Atrapar a Tsunade es un asunto completamente diferente. Después de la guerra, la mayoría de sus compañeros shinobi trató de recuperar su lugar. Las misiones volvieron de forma regular y hubo un grupo muy grande que decidió volver al campo de batalla.
Algunos otros no lo hicieron para su propia sorpresa. Hicieron una familia, saltaron a una monotonía nueva, se volvieron profesores, decidieron descansar.
Tsunade renunció al puesto de Hokage al instante en el que puso un pie de regreso en Konoha y gritó a los cuatro vientos su jubilación, en caso de que hiciera falta.
Kakashi aceptó porque muchas veces aceptó cosas que no quería y porque probablemente nadie más estaba listo para ocupar el sombrero de Hokage (no es como si se hubiera sentido listo, pero las votaciones habían sido unánimes).
Es correcto pensar que Tsunade buscaría irse de inmediato. Ya había hecho suficiente (sino demasiado), y no le debía nada a la aldea después de su trabajo en el ataque de Pain y la batalla contra Madara en la cuarta guerra ninja.
Sus razones para quedarse son un secreto a medias. Preparación psicológica, o quizá incluso responsabilidad autoritaria y enloquecida. Kakashi no sabe mucho sobre jubilarse, pero está seguro de que Tsunade no está dentro de la definición considerando que sigue corriendo en el hospital ateniendo casos específicos.
Uno de los casos que Tsunade lleva es el que Kakashi busca.
Reconstrucción total del cuerpo. Terapia de todo tipo. Resucitación.
Habían sido las hábiles manos de Tsunade las que trajeron de vuelta a Gai de un trozo de carbón a algo reconocible. Naruto evitó que muriera, los médicos hicieron que sobreviviera, pero fue Tsunade la que le devolvió la verdadera vida.
No es sorprendente para nadie en realidad. Kakashi había visto a Tsunade curar a Gai con una mano y beber sake con la otra, platicando con Shizune a mitad de la sala de operaciones. Una bruja en los mejores y más decentes términos (si Kakashi tuviera la amabilidad de decirlo como un halago alguna vez).
De todos modos, Kakashi necesita de su información profesional.
La charla con Tenzou había sido un fracaso. Algo en su mente sospechaba que la conversación había sido contraproducente y lo había dejado con más dudas sobre la condición de Gai luego del enojo inesperado de su viejo amigo.
Buscar a Tsunade es la solución entonces y Kakashi no se detiene a pensar demasiado al respecto. Quizá leer el expediente de Gai sería suficiente, pero leer el expediente implicaba perderse detalles médicos. La opinión de Tsunade parecía mucho más sustanciosa.
Kakashi no toca la puerta cuando llega a la oficina de Tsunade en el hospital, simplemente se adelanta como en cualquier otra instalación en la aldea a la que el Hokage tuviera acceso, lo que se resumía en todas. Si quisiera, Kakashi podría haber aparecido en su baño (pero dudaba sobrevivir si lo intentara alguna vez).
Tsunade no está sorprendida y ni siquiera aparta la vista de los documentos que sostiene. Tomar a un jounin de su nivel con la guardia baja era imposible de todas maneras, y supone que había advertido su visita desde dos cuadras lejos del hospital.
Hay un silencio largo y simple entre los dos, el tipo de espacio que existía cuando Tsunade lo dejaba esperando en su puesto de Hokage hace no mucho. Esperaba que las viejas costumbres sin modales no fueran transferibles con el sombrero.
— ¿Pasa algo, muchacho? — La mirada de Tsunade es agradable, levantando una de sus cejas sobre su gesto — ¿Tienes más dudas con el puesto de Hokage?
Estaba claro que Tsunade tenía experiencia, pero no había nada que Shikamaru no pudiera solucionar si había una emergencia real en su oficina.
— No realmente — El suave gesto de su rostro aparece y se frota superficialmente la mejilla con el dedo — Todo en la oficina está bien, además de todo el trabajo que no resolviste.
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La cosa más humana de todas
RomanceTras su lesión, Gai necesita recuperar su salud... y su vida sexual. --- KakaGai / Gaikaka Gai / Tenzou (amistoso)