Las cosas que nunca te dije [Versión Corta]

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La transición a la secundaria representa un desafío más allá de lo que muchos admiten. Quienes subestiman este período, o bien han olvidado sus propias luchas o simplemente no se enfrentaron a ellas de frente.

Recordar esos primeros días rodeado de caras desconocidas, en un entorno completamente nuevo, con una lista interminable de asignaturas diferentes, evoca un remolino de emociones estresantes. Sin embargo, a pesar de las dificultades, logré superarlo.

Con el tiempo, establecí conexiones superficiales, pero dudaría en llamar "amigos" a aquellos que solo se acercaban cuando necesitaban algo, sin mostrar un ápice de interés genuino en mí.

Cuando finalmente llegaba julio, una ola de felicidad me invadía. Siempre fue mi época preferida, ya que marcaba el inicio de las vacaciones, un respiro de la fachada que tantas veces me vi obligada a mantener.

Y es que, encerrada en el santuario de mi habitación, podía finalmente despojarme de cualquier máscara y ser yo misma, sin la presión de complacer a los demás.

Dónde solo éramos yo, y Wonderwall de Oasis de fondo.