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Aquella jornada, al término de las clases, una desagradable experiencia aguardaba en la salida. Una compañera de estudios me infligió un daño emocional considerable con sus palabras hirientes, causándome un profundo pesar que se tradujo en lágrimas incontenibles. Parecía que, por primera vez en todo mi paso por la secundaria, la fachada de perfección que había mantenido se resquebrajó.

Todo esto se desencadenó por el simple motivo de que el chico que le gustaba formaba parte de mi círculo cercano de amigos.

Dicha situación me llevó a ausentarme de la clase especial durante dos días consecutivos. Me sentía incapaz de enfrentar la mirada de mis compañeros, convencida de que el rumor se propagaría velozmente: "Mariela, la impecable, se quebró frente a sus amigos".

¿Acaso no sería un titular interesante para el periódico escolar?

Las cosas que nunca te dije [Versión Corta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora