Las cosas que nunca te dije [Versión Corta]

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La experiencia de escuchar a la profesora hablar se asemejaba a tener un disco rallado persistente, con la desoladora certeza de que no había forma de silenciarlo. Mientras tanto, te observaba absorto en tu tarea de matemáticas, lo cual me resultaba divertido considerando que estábamos en la clase de EyP.

Era evidente que te sentías algo abrumado, tal vez debido a que el final de la clase se acercaba y aún luchabas por resolver tus problemas. Percibí la tensión que te envolvía y sentí la imperiosa necesidad de aliviarla. Así, con un gesto de determinación, me sequé las manos sudorosas, tomé asiento en la silla vacía a tu lado y me aventuré a entablar nuestra primera conversación.