Capítulo Dieciocho : "Confesiones"

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—Llamo entonces al estrado a Jeon Jungkook y a Theodore Thompson como presuntos culpable y cómplice del delito —exclamó la juez con autoridad y todos giraron las cabezas como buscando la ubicación de éstos últimos.

La expresión de Jungkook denotaba una angustia pura, difícil de fingir. Abotonó el viejo saco que portaba para levantarse y entrar a donde se encontraba Kim junto a la abogada. El chico le dirigió una mirada de confusión a ambas, sin embargo, éstas lo ignoraron por completo.

El señor Thompson se encontraba en el fondo de la sala y con gesto horrorizado, avanzó hasta el frente para atender al llamado.

—Quiero que todos pongan atención a la manera en que se llevará a cabo el juicio —indicó la juez con seriedad—. Debido a las particularidades del caso, las afirmaciones que acaban de realizar y de los detalles que ustedes acordaron con la alcalde, la manera de conducirnos será la siguiente: Inicia el proceso para la culpabilidad por introducción de sustancias ilícitas a un inmueble educativo con menores de edad en contra de Jeon Jungkook y con Theodore Thompson como cómplice principal. Jeon Jungkook tiene derecho a defender su inocencia, por lo cual se realizará una pausa al juicio, después de las evidencias que presentará Kimberly Park como representante de la comunidad estudiantil, no mayor a veinticuatro horas, con la intención de que éste prepare su evidencia. Una vez concluido tal tema, inicia el siguiente proceso: el estado, representado por Margaret Nilson, solicita la venta del terreno que ocupa la escuela preparatoria local. Por otra parte, la comunidad estudiantil quiere evitar la venta del terreno —dijo la juez observando a todos con fuerza—. El alcalde pidió, explícitamente, que la comunidad estudiantil se conduzca con su representante, sin un abogado, se considerará tal excepción para la estructura del juicio. Finalmente, para ambos casos, como jurado se designaron a los ciudadanos que no tuvieran un vínculo con la preparatoria local. Da inicio, Kimberly Park.

La abogada que había estado de pie junto a la juez tomó asiento entre el público y dejó una de las mesas a Kim para que acomodara el montón de folders que traía consigo. Jungkook fue conducido a la mesa contigua junto con el señor Thompson y el juicio dio inicio.

—Gracias, su señoría —expresó la muchacha colocándose en el lugar de la abogada—. La comunidad estudiantil pide que el espacio en donde se encuentra la preparatoria no se venda, queremos que se mantenga como un terreno de libre uso para los jóvenes del pueblo.

Kim hizo una larga pausa, como si intentara recordar lo que trataba de decir. Dio una rápida mirada al público y después suspiró.

—Reitero nuestro deseo de que la escuela permanezca cerrada —finalizó la chica mirando a la juez con miedo.

—¿Por qué han decidido cambiar de opinión? —preguntó y ella se estremeció.

—Es... lo mejor para todos. La comunidad considera que Theodore Thompson no es un líder sano para los jóvenes del pueblo —explicó recibiendo una mirada dubitativa por parte de la mujer que llevaba el juicio.

—El alcalde expresó necesitar un culpable para este día, así que comienza a exponer tu versión de los hechos —dijo la mujer acomodándose en la silla.

—El día de la fiesta de Navidad en la preparatoria, Jeon Jungkook había planeado todo detalladamente. Su intención era provocar que los jóvenes se volvieran adictos poco a poco para alimentar su red de distribuidores de droga —acusó la joven generando que el pánico aumentara en mi interior—. Él ha sido designado como uno de los nuevos distribuidores del pueblo.

—Esa es una acusación muy seria, jovencita —señaló la juez colocando sus lentes nuevamente en su lugar.

—Lo sé —respondió y sin afectar demasiado el gesto volvió a tomar aire—. Es por eso que llamo a mi primer testigo, Conan Bowell.

En este mundo no cabemos los dos |•ᴷᵀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora