(Una disculpa si encuentran errores ortográficos, es un borrador, seráncorregidos próximamente)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maxim
Firmo la tercera nota ultimando detalles, dejando todo listo para el viaje de mañana.
Cierro folders, dejo órdenes que mis secretaria acata aal pié de la letra. La noche recae y me veo buscando el contacto de mi amigo dándole en llamar.
Tres timbres después, contesta.
—¿Estás listo? —cuestiono entrando a la parte trasera del auto cuando salgo de la empresa.
—Claro, te veo ahí. Llego en diez. —me despido y cuelga.
Niall es quien me ha estado ayudando con los detalles que poco a poco he ido comprando para mi nena. Llenarla de lujos es poco a comparación de todo lo que se merece. Veinte años no serán suficientes para llenar mi corazón de alegría, Grace es mi mayor logro en la vida, mi orgullo y me siento entusiasmado el que siga mis pasos cuando se gradúe. Solo año y medio y será una Licenciada egresada de la universidad.
Mañana partimos a las ocho de la mañana, Henry me ha avisado que no podrá llegar a la hora pactada pues está de momento en Londres atendiendo asuntos urgentes que requieren de su asistencia. No es un secreto que la familia Cavill nada en dinero, al igual que los Horan y los Ballard en legado de mi bisabuelo. Henry optará por la comodidad de su Jet que tomar un avión comercial en el cual demorará más tiempo.
Domenico estaciona en el parking subterráneo del lujoso monto de establecimientos parecido a un gran centro comercial. Niall baja vestido de civil sin el traje y de igual forma estoy yo. Lo alcanzo y nos saludamos entrando al ascensor con los escoltas siguiendonos el paso. Hablamos sobre temas triviales mientras subimos al piso de las joyerías.
Caminamos entre la gente que hace las compras habituales y nos encaminamos al establecimiento con el título cursivo en letras doradas.
"Cartier".
Vamos directamente con el joyero en una base interior de la tienda. Entramos entre puertas y todo aquí parece relucir de limpio con adornos cromados de plata, oro y bronce.
Entramos a un salón con exhibiciones privadas de joyas únicas en su elaboración.
—Maxim, que gusto saludarte. —nos abrazamos con una palmada en la espalda y le presento a Niall quien de igual forma, le estrecha la mano—. Imagino que estás aquí por tu pedido. —asiento—, siganme.
Nos guía hasta otro salón donde igualmente relucen las preseas en vitrinas de cristal con lámparas encima. Hay una en especial, la del fondo, es justo como la quería. Nos lleva hasta la vitrina que la cubre y teclea un código haciendo que la pequeña ventana se abra en automático. Se pone unos guantes de satén negros y toma la joya mostrándonos la belleza de la misma en vivo y a todo color.
