¿Prometes no separarte de mi? No quiero perderte, no soportaría estar sin ti Por favor nunca te vayas de mi lado
Atentamente: Lo siento por no poder darte algo, hoy no estoy muy bien.
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Observaba la carta con tristeza, hoy no era de los mejores días, la razón era simple pero devastadora.
El Pilar de las Llamas había muerto en la lucha contra la Luna Superior 3, pero cumplió su misión de proteger a las 200 personas que iban en el tren en el cual fue su misión.
Ser un cazador de demonios implica tener la vida levemente contada y llena de peligro, con la muerte acechando cada segundo.
La de hebras ___ se sentía triste por la perdida del Rengoku, ambos eran amigos y se llevaban bien, suspiro pesadamente, mirando la carta nuevamente para guardarla en una caja pequeña dónde estaban las demás. Con pesadez se retiro de su finca y se fue a la del Pilar del Amor, sabía muy bien que la chica se sentía devastada por la perdida del Pilar, después de todos esos dos eran grandes y cercanos amigos.
Al llegar la pudo observar sentada debajo de un árbol mientras que lágrimas caían de sus bellos ojos verdes, su corazón se apretó pues le dolía ver a Kanroji así. Con cautela se acerco a ella y cuando estuvo lo suficientemente cerca se agachó y la abrazo.
Mitsuri se estremeció cuando sintió que era abrazada pero al ver que se trataba de ___ no opuso resistencia y también le abrazo, escondiendo su cara entre el cuello de la más alta mientras sollozaba. Su contraria la observaba triste, apretando a la usuaria del amor en sus brazos.
En un momento se separo del reconfortante abrazo, la de baja estatura le miro con duda. ___ tomó sus manos con delicadeza, acariciando sus nudillos con cariño mientras le sonreía con calidez, quito una de sus manos de las contrarias para llevarla hacía las mejillas de la de cabellera rosada, quitando las lágrimas con gentileza, hizo lo mismo en sus ojos mientras que Kanroji los cerraba, dejándose hacer y un ligero rosa aparecía en sus pómulos.
En esos momentos la tristeza había desaparecido de la bicolor, sintiendo la felicidad invadirla, pasar el tiempo con la Pilar de las Flores lograba alegrar sus días más tristes.
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