Renegado

Extra.

Un vistazo al pasado...

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Un joven de casi quince años corría entre las calles de la aldea de konoha.

Escapaba de su padre y unos cuantos mas shinobis.

Luego de un rato logro perder a todos sus perseguidores y opto por entrar a una alcantarilla.

Ya había pasado casi un mes desde los exámenes chunnin y al parecer las cosas no se calmaran para nada.

El lugar en si era muy asqueroso, pero esa era su única opción para librarse un rato de todo el mundo.

Sus "amigos" no le darían ayuda por nada en el mundo.

Tomo asiento en sucio suelo de la alcantarilla, mientras frente a el pasaba toda el agua sucia. Recargo su cabeza contra la fría pared de la reducida zona, quería pensar en que podía hacer.

Si se entregaba lo mas probable era que su padre lo siguiera mandando a hacer trabajo comunitario y quedarse en ese basurero no era una opción, no quería acabar con ratas junto a el.

-¿Viste a donde se fue?-.

Se tenso al escuchar a uno de los shinobis que lo perseguían, incluso tapo su boca y nariz para evitar hacer cualquier ruido.

-No. Otra vez se escapo el mocoso- respondió otra voz, probablemente compañero del primero.

-Ja. Que estúpido. Primero hace trampa y ahora quiere escapar- río de nuevo la primera voz.

Boruto frunció el ceño.

-¡Oye, konohamaru!- la segunda voz al parecer llamaba a su maestro. -¿Viste algo?-.

-No. Es demasiado rápido, se nota que es nieto del cuarto hokage-.

Después de unos segundos escucho como llamaban a esos tres y se iban del lugar.

El resto de la tarde y la noche el se la paso en la alcantarilla. El miedo que le daba ser encontrado provocó que no se moviera ni un poco en todo el tiempo.

°°°

A la mañana siguiente.

Boruto salio despacio de su escondite y camino por las vacías calles, procurando siempre que no hubiera mas gente.

Era muy de madrugada.

Escucho algunas voces así que empezó a correr mientras miraba hacia atrás para asegurarse que nadie lo perseguía, gracias a esto termino chocando y cayendo de sentón al suelo.

-Buen intento- comento Sasuke con seriedad y nada de gracia.

Boruto abrió los ojos como platos al ver a Sasuke frente a el, con los brazos cruzados y una mirada penetrante.

Trato de huir pero el mayor lo tomo del brazo y lo arrastro a la torre del hombre, donde le esperaba su padre para regañarlo.

Una vez mas.

Llegaron al lugar y, desde que entraron, todas las miradas fueron centradas en Boruto, quien no supo que hacer aparte de bajar la mirada.

Unos comenzaron a murmurar descaradamente de el.

Sasuke lo llevo a rastras hacia la oficina de Naruto. Al llegar solo toco la puerta, al recibir afirmación para entrar abrió y arrojó a Boruto dentro sin ningún cuidado para después retirarse.