2: Sonreí y él también.

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—Si te quieres ir vete, nadie te lo prohíbe...
—Pues desátame.
—No.

 —No

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Calíope.

Mis ojos estaban puestos en mi reflejo, una de mis manos apartó el pelo que se encontraba estorbando mi mirada. Mi mejor amiga a mi lado me miró atenta, al encontrar mi mirada la apartó al instante.

—¿Tienes algo que decirme, Selene? —Ella por su parte bajó su mirada, me enojé al momento, ¿Cuál era su problema? No era la primera vez que me miraba con intensas ganas de decirme algo y se quedaba en silencio.

—En verdad sí —Captó mi atención al momento, la miré con fijación.

—¿Qué sucede?

—¿Me dirás por qué terminaste con Logan? —Mi mirada se oscureció al momento, no era la ocasión, tampoco el lugar.

—No quiero hablar de eso Selene. —Vi como sus ojos se pusieron en blanco.

—Nunca quieres hablar de nada, ¿acaso tienes alguien más con quien hablar de tus problemas?

—De hecho sí, mi reflejo es perfecto para ello. —Aquello podría ser gracioso para cualquier otra persona, pero no para mi.

—Dime por qué terminaron y porqué no me dijiste, quiero saber todo Calíope.

Mis ojos vieron a otro lado encontrando a Jaxon a la lejanía, sonreí de lado haciendo que él también lo hiciera, ¿acaso pensaba que lo hacia para él?

—Terminamos porque me engañó y no te lo dije porque en un futuro esas razones no serán recordadas.—Volviendo a mirarla le sonreí, pero ella no lo hacía. En su mirada había algo que yo no podía descifrar y molestaba, ¡Dios! Claro que molestaba. Pero ya sabia cosas.

—¿Con quién te engañó? ¿Qué vas a hacer? —Quitando la mirada de donde estaba Jaxon la miré nuevamente, ¿Qué tendría que hacer? Él me engañó, terminamos y se acabó.

—¿Debo hacer algo? —La miré sería.

—¿Quieres que haga algo? —Selene había preguntado aquello, yo por mi parte sonreí. Ella era experta en computadoras y gracias a ella había encontrado conversaciones de personas que antes conspiraban contra mi.

—No, no es necesario. Sólo se acabó, no quiero hablar de eso. —Suspiré.

—Creo que deberíamos entrar a clases.

—El timbre no ha... —El ser interrumpida me hizo sonreír. Me levanté junto a ella, ambas caminábamos cerca de la otra mientras cada una estaba metida en su mundo.

En un momento el novio de Selene se acercó, quién antes fue mi mejor amigo. Lo ignoré por completo alejándome de ambos.

El hecho de tener una buena relación con tu mejor amigo y que de un día a otro alguien llegue y te lo arrebate duele, enoja y hace que la impotencia surja en el interior. Si hubiese sido Selene lo habría soportado, pero no fue así, fue mi hermana Agnes quién me arrebató lo único que tenía.

Su relación había sido de una noche, pero al pasar los días él era mucho más insistente respecto a ella, nuestros temas trataban de ella, cada cosa que pasaba entre nosotros la implicaba y no pude aguantarlo. Tal vez fueron celos, él la vio como una mujer mientras a mi me miraba como una niña.

Y me alejé sabiendo que no duraría para siempre y así fue, no duró más de dos meses. Sonreí al recordarlo y voltee mirándolo con burla.

Él estaba tan jodido.

Caminé hasta el salón encontrando sobre mi asiento a Logan, no me detuve si no que tomé posición frente a él, queriendo saber la razón del porqué estaba ahí, sentado donde no debía.

—Levántate. —Ordené. Él me miró con una sonrisa sobre sus labios, con picardía. Su sonrisa había sido una de las razones del porqué me enamoré como tonta de él. Había sido ese motivo, su sonrisa.

—¿Y si no qué? —Retó. Sabía lo que venía, pero no, no lo obtendría.

—Me siento en otro lado, ¿esperabas que siguiera tu juego?

—Solo tal vez. —Se levantó posicionándose frente a mi, sentí su respiración en mi frente. Al levantar la mirada choque en lleno con la imagen de sus labios. —¿Los deseas ahí, Calíope? 

—¿Le preguntaste lo mismo a la maestra? —Fue mi turno se sonreír mientras él borraba su sonrisa, sabía que había dado justo en el clavo, pero lo había hecho demasiado pronto.

—Muy bien estudiantes, a sus asientos.

Al final de cuentas terminé sobre mi asiento, el que correspondía. Mi amiga había entrado minutos después de que el maestro entrara al salón, se ganó un regaño de parte de él mientras que yo la miraba sin expresión.

Sentía repulsión.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo trasero y lo saqué de inmediato, vi que los chicos alrededor lo hacían también de forma disimulada; desbloqueando mi celular vi que en el grupo del salón Logan había enviado un mensaje.

"Fiesta en mi casa, quien se la pierda sufrirá el resto del año las consecuencias"  tal vez, sólo tal vez asista y si lo hago sería para hacerle la vida imposible, de eso trataba la mía.

Caliope.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora