¿Quién engañó a Izuku Midoriya? | Boku No Hero Academia

🎬11: Sostener tu mano, fue la mejor puta decisión de mi vida.

—Una vez interpreté a un borracho en una obra. Tenía mal humor, por lo que la gente no se acercaba al personaje —Izuku lamió sus labios ante la cara estreñida de Katsuki. No quería irse por las nubes como suele hacerlo, están en estado crítico—, al final el personaje murió. Bueno, a lo que voy... Aquí hay muchísimas botellas de licor, me puedo echar encima un poco del residuo de las botellas, fingir estar ebrio, ir al estacionamiento, y allí, encenderé el auto, entonces iré por ti. Sólo necesito las llaves.

     Katsuki se rio incrédulo. Los clientes del bar Light salieron uno a uno con la mirada aterrada o como mínimo, desconcertados. Katsuki sabía porqué. Himiko Toga estaba adentro. También Twice. Pero Toga... Aquella mujer desquiciada.

—Escucha, las personas que están allá adentro están locas. No en el buen sentido. A ellos no les falta un tornillo, les falla toda la maquinaria. La liga escarlata trabaja especialmente para el juez Chisaki. ¡Ese taimado hombre ha cometido una gran cantidad de crímenes que incluso toda la ciudad se quedaría corta! Y es tan jodidamente listo que nunca se le ha encontrado nada. Desde desaparición de personas hasta homicidio, cientos de delitos se le han inculpado, jamás se le ha comprobado una mierda. Ese sujeto en específico, está interesado en llevar tu caso, ¿comprendes la situación en la que estás? —ambos ojos carmesí se encendieron como fraguas, crudo y solemne— ya sea que sea la policía, la liga escarlata, o comparezcas a Chisaki, existe un único camino para ti. ¿Lo ves?

     La respuesta era obvia, Izuku la reafirmó en su cabeza. Acabaría nadando con los peces.

—Pero, ¿por qué el señor Chisaki está tan interesado en mi caso?

—¡Exacto! —de la sombría expresión a una chispa radiante—, ¿por qué? ¿Por qué está tan interesado en alguien como tú? ¿Qué relación había con el señor Inasa, tu cónyuge y él? Verás, que estás atrapado en algo muy grande. No piensan decirte nada, lo más probable es que sólo seas una pieza de ajedrez en todo este cochinero. La manera fácil de deshacerse de ti es inculpándote de homicidio.

      Un simple peón. ¿Qué papel estarán interpretando los demás?

     Izuku tomó unas botellas que se hallaban en el piso. Sus ojos fijos en el suelo, meditabundo.

—No lo pensé de esa forma. Pensé que... —Izuku lo miró—. ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no me dijiste que esto era más serio de lo que imaginaba?

     Katsuki Bakugou escuchó la risa de Himiko en el interior del bar. Apretó los labios y esquivó la mirada.

—Ya es bastante serio ser incriminado por homicidio.

     La expresión de Izuku menguó. ¿Estaba preocupado por él?

—Si es así, por consiguiente no puedo quedarme sin hacer nada cuando tengo la oportunidad de ayudar —. Silencio. Izuku aspiró, el detective descubrió un ligero temblor en la voz—. Tengo que limpiar mi mierda.

—¿Cómo sabes que no te pillarán?

—Seré rápido.

—Eres terco.

—Tenemos eso en común —Izuku sonrió—. Tengo fuertes motivaciones para hacerlo. Sabes... He estado trabajando mucho, no le di tiempo a mi esposo. Quiero arreglarlo. Quiero... Ah...

     Lo ideal sería que Katsuki fuese.

—Midoriya, debes mantenerte escondido. La verdad se revelará, pero no si tú estás muerto. He tomado mi decisión, no lo harás —tomó una pausa y continuó—, no pondré en riesgo a personas inocentes. Tienes que prometer que te esconderás aquí, mantente alejado de todos.

—Kacchan...

—Quieres volver a ver a tu esposo, ¿no?

—Sí —afirmó Midoriya sin dudarlo.

—No lo lograrás si te sigues inmiscuyendo en mis asuntos. Promete que te mantendrás escondido.

—Kacchan...

—Hazlo. O declino mis servicios. Dejaré de ser tu detective.

     Una mentira blanca. Midoriya retrocedió dos pasos acomplejado.

—Y-yo... lo prometo. Aunque...

—Shh... ¿oíste eso?

     Ruido sordo, como el de alguien cayendo al suelo. Himiko Toga con una pistola más grande que su mano apuntando a Kirishima, acorralado en un rincón de la barra. El sol escondiéndose por el horizonte, bañando el local de una sutil luz. Temor. Su cuerpo se movió solo. Cruzó la puerta, corriendo, corriendo cual cohete.

     Estúpido, estúpido estúpido. Derrumba a Toga, Twice lo golpea en el estómago. Se le escapa el aire. Borroso. Se siente estar en el interior de un frasco de mermelada. Lo agarran de las axilas, inmovilizan sus piernas. Lucha, lucha y continua luchando lo que parece ser horas.

     Dolor punzante. Balazo. Bakugou cae al suelo. No podía desmayarse, no ahora. No debía quedar inconsciente. ¿Qué pasaría con Izuku? ¿Qué pasaría con Kirishima? ¿Por qué no lo intuyó?

     El piso bañado en sangre y cristal, fue la imagen distorsionada que capturó Bakugou antes de desmayarse. Profundo silencio.

     Sus zapatos eran nuevos. Brillaban, era capaz de ver su reflejo. Su mamá lo tomaba de la mano mientras iban a la escuela. Tenía seis años. Estaba nervioso.

—Vamos, una sonrisa. Una sonrisa a tu mami —Mitsuki estiró las mejillas de Katsuki, dejándolas rojas y adoloridas— ¡no pongas esa cara! Bebé, una sonrisa. Eres tan lindo, tu lindura disminuye si pones tu cara de chancla.

     Su mamá le dio muchos besos, llenó su mochila con un sándwich de atún y un jugo hecho por ella.

     Desde el momento en el que Katsuki entró al salón, fue conocido como "el niño con cara de culo". Culpa de sus cejas como espadas, siempre fruncidas y su boca estirada hacia abajo. Parecía que en cualquier momento ladraría. Por lo que pronto ocurrió una segregación entre sus compañeros de primaria y Bakugou.

     Estuvo solo los primero tres días del ciclo escolar.

—¡Hola! Mi nombre es Eijirou Kirishima —un niño de cabello negro estiró su mano hacia Katsuki. Su acento exponía que era extranjero. Durante segundos, Katsuki miró esa mano estirada—, ¿no saludan los americanos con un apretón de mano? Mira, se hace así —el niño tomó su mano derecha y la estrechó, en alguno punto, Katsuki la movió por su propia cuenta.

—Katsuki Bakugou. 

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Mini teatro:

Katsuki: ¿Me morí? ¡ME MORÍ! ¡NoOo! *Pose dramática* ¡YA HABIA PAGADO EL CABLE!
Kirishima: adiós televisión de paga.

¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR SEGUIR LEYENDO "¿QUIÉN ENGAÑÓ A IZUKU MIDORIYA?"!

¡NOS LEEMOS PRONTO!