Capítulo Cinco

478 29 1
                                    

Katherine notó el revuelo la noche anterior dentro de la mansión. Pero no le dio importancia. Ya que estuvo ocupada con aquel sumiso que escogió para dominar tras el enfado que tuvo por lo que había ocurrió con Kilian.
Cuando ella se quedó sola, se percató del silencio que había en la mansión tras el alboroto que hubo.
Joel entró en la habitación y ella comenzó a ponerse su bata de seda, mientras que este le decía:
―No tapes algo que ya he visto en muchas orgias.
―Tranquilo. Quería saber que paso anoche que hubo mucho revuelo fuera de esta habitación ―dijo ella.
―No lo sabes. La amiga nueva de tu hermano intento marcharse de la mansión anoche. Kilian estaba furioso, la ató y está esperando para castigarla. O al menos eso es lo que le escuche decir a Ethan mientras que salía de la mansión para reunirse con su esposa.
―¡Que la niñata ha intentado marcharse! ―ella se sentó en la cama y volvió a decir―: No creo que haya intentado marcharse. Por mi seria perfecto si ha intentado escapar. Mi hermano le va a dar la lección que se merece si lo ha hecho y espero que deje de ser tan blando como hasta ahora.
―¿Tan mal te cae esa mujer?
―Sí ―le respondió―. Anne Fermosel por algún motivo comenzó a ser caprichosa y una mal educada. Espero que lo que Kilian tenga preparado como castigo le sirva de lección y de aviso.
Pero Joel no le dijo nada a Katherine. Solo se acercó a ella y comenzó a jugar con la tira de la bata de seda. Y como él sabía que Katherine estaba de buen humor, cogió el teléfono de ella y llamó a Elian para que se uniera a aquella fiesta junto con Elizabeth. La cual llamó ella tras terminar la llamada que Joel hizo.

Ella comenzó a despertar.
Comenzó a abrir los ojos muy despacio y pensó en que es lo que había pasado. Hasta que recordó que había intentado escapar y en breve, un dardo tranquilizador estuvo sobre su pierna.
Cuando ella se percató de la camisa de fuerza, comenzó a forcejear para soltarse. Pero a la vez que se removía para hacerlo, comenzó a notar algo sobre su sexo. Y no era un vibrador lo que tenía en su interior. Si no, una excitación que le recorría hasta su estómago.
De pronto, sintió algo sobre su trasero. Fue cuando pensó que ese dolor se debía a la fusta con la que una vez Kilian le había dado.
―De mi nadie escapa ―escuchó―. Ahora recibirás un castigo doble y me correré en ti, como ya he hecho.
Anne comenzó a forcejear.
―Pero antes ―Kilian volvió a darle con la fusta―, voy a darte una lección que no olvidaras.
Él levantó a Anne de la cama del departamento y la llevó hacia la mesa del despacho.
Ahí, Kilian le sentó y él se puso detrás de ella.
―Vamos a hacer lo siguiente. Vas a firmas este documento y yo hare que Ethan no mate a ese amigo tuyo.
Ella forcejeo y Kilian le quitó la mordaza.
―No vas a hacerle nada.
―Entonces, firma.
―¿Qué es eso?
―Es el apta que nos quedara casados.
―¡Que! No pienso firmar.
―Pues Osman sufrirá las consecuencias de tus actos.
―Hazlo. No pienso firmar nunca.
Él empujó la silla hacia atrás y ambos se miraron a los ojos.
―Anne, estoy haciendo que todo esto sea más fácil para ti.
―¡Fácil! Aquí nada lo es.
Kilian frunció el ceño y la levantó de la silla.
Él la hizo caminar hasta la mazmorra.
Ahí, la llevó hasta la sala de electroshock. Pero antes, cogió de la mazmorra algunas cuerdas, una mordaza y un antifaz juntos.
Cuando entró con Anne en la sala, cerró la puerta con la llave.
Kilian le quitó la camisa de fuerza y en breve, también lo hizo con el vestido. Dejándola desnuda.
Él ató poco a poco cada centímetro de su cuerpo. Dejándoselo sin cuerdas su sexo y sus piernas.
Él le dio un golpe con la fusta en su cuerpo y ella le dijo:
―No vuelvas a hacer eso.
―A mí nadie me da ordenes ―le respondió.
Kilian le puso la mordaza y desoyes la llevó hacia el potro spanking.
Él la montó encima en pocos segundos y ató otra cuerda desde su espalda a su pecho.
―Levanta ―le ordenó.
Pero ella no le hizo caso. Por lo que Kilian uso su fuerza y la levanto él para meterle el pene del potro en su vagina.
Ella gimió cuando lo metió. Las paredes de su vagina se contrajeron y después se removió.
―Bien.
Después ató cada pie en unas argollas del potro y cuando terminó, le miró por pocos segundos a los ojos.
En breve, Kilian fue detrás de ella y le puso el antifaz junto a la mordaza que había escogido. Dejándola a ciegas.
Kilian fue a un cajón y cogió de ahí un vibrador en forma de micrófono y en breve, con otra cuerda, se lo ató pegado al clítoris a Anne.
Antes de darle, Kilian fue a por una de las máquinas de electroshock y le puso una pegatina en cada muslo, otra en el sexo y uno en cada pecho.
Kilian le dio al vibrador y ella gimió muy poco. Pero en breve, Kilian le dio a la máquina de electricidad y ella comenzó a sentir lo que hacía.
―La electricidad que pasa por tu cuerpo, impedirá que consigas un orgasmo cada vez que llegues ―le dijo―. Volveré en media hora. Espero con mucha ansia tu respuesta, Anne.
Ella comenzó a maldecirle tras la mordaza y a ciegas, mientras que Kilian terminó de marcharse de la sala de electroshock y de la mazmorra.

Pasiones Ocultas (Mi Amuleto #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora