Capítulo Ocho

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Él paseaba por su casa, mientras que recordaba lo sucedido el día anterior en la mansión.
Anne estaba abrazada al hombre que le entregó para que la educara.
Algo que nunca llegó a imaginar. Y más aún cuando él conocía la mansión donde Kilian residía.
La imagen de Anne se le apareció millones de veces y como le maldijo tras saber que él había ido muchas veces a la mansión. Sabía que ella no le perdonaría lo que había visto.
Él golpeó la mesa varias veces y se volvió a maldecir.
Tras respirar profundamente, Víctor comenzó a desayunar antes de irse al trabajo. Y mientras que desayunaba, volvió a pensar en su hija y en como estará emocionalmente después de lo que vio el día anterior.

Katherine caminaba por los pasillos de la mansión para dirigirse al departamento de Kilian.
Ella pensaba en la humillación de Anne. Y eso le enfadaba más que dominar a un sumiso o sumisa que le había desobedecido.
En pocos segundos, Katherine llegó al departamento y observó que su hermano se levantaba de la cama e iba hasta la cocina.
Ella fue hasta a él y Kilian se percató de ella.
―¿Qué quieres, Katherine? ―le preguntó Kilian mientras que cogía un vaso con agua.
―Tú ya sabes a quien quiero ―le respondió ella―. quiero ver a esa niñata tan humillada que me suplicara perdón por lo que hizo ayer ante su padre.
―Sabía que ibas a pedirme eso. Y te lo voy a conceder a cambio de algo.
―¿Qué cosa?
―Que me dejaras participar.
―Hecho.
―Te la dejare lista para esta noche. Tengo una cosa que hacer antes de ver cómo le castigas. ¿Cómo la quieres?
―Sorpréndeme. Ya sabes lo que me gusta. Aunque no se si solamente serán unos azotes lo que le dare y luego me desquitaré con Elizabeth.
―Lo sé.
Y Katherine se marchó para prepararse para la diversión.
Kilian en cambio, caminó hasta la mazmorra para preparar a Anne antes que de que Katherine regresara a por el castigo para ella.
Cuando él entró en pocos segundos en la mazmorra, se percató que Anne seguía dormida. Por lo que fue al armario y escogió lo que iba a ponerle para la dominación que te que tenía pensado Katherine hacerle. Aunque como le había dicho ella, no sabía si se uniría a la fiesta.
Cuando escogió un traje de látex y una capucha, sonrió.
Después, él fue a otro armario y cogió varias cuerdas y una mordaza.
―¿Qué ocurre? ―la voz de Anne le interrumpió.
―Despéjate, desnúdate y ponte en pie ―le dijo él―. Es una orden.
―No voy a hacerlo
―Lo harás o lo hare a la fuerza.
Pero ella solo se sentó en la cama a observarle.
Cuando Kilian terminó de coger las cuerdas, cerró el armario y en el lado izquierdo, abrió el cajón.
De ahí, cogió algo que tenía por si algo sucedía.
Fue ante ella y le pinchó un calmante flojo para que durmiera y poder vestirle el mismo.
―Eres eres un cabrón.
―Y tu una niñata que merece un castigo más fuerte.
Y Anne se quedó dormida al instante.
Kilian comenzó a denudarle.
Cuando terminó de hacerlo, comenzó a ponerle el traje de látex en color negro.
Al terminar de ponerlo, fue hasta la boca de Anne y le puso una mordaza gruesa.
En poco, le puso la capucha de látex que le dejaba ver lo que iba a suceder.
Después de eso, comenzó a atarle.
Le ató sus manos en la espalda, sus muslos junto a sus pechos, después sus caderas junto a su sexo; donde hizo varios nudos para que le doliera al moverse. Por último, ató los muslos y tobillos de los pies.
―Vas a tener que aguantar el dolor, si no quieres morir, Anne. Me voy a divertir mucho viendo como Katherine te domina.
Después, Kilian pidió un poco de ayuda y cuando le ayudaron a poner a Anne en pie; este presionó fuerte todo su cuerpo contra el pecho. Dejándola en el centro de la mazmorra.
Cuando sus hombres se marcharon, Kilian le puso otra cuerda tensa desde sus pechos hasta sus muslos de sus piernas. Dejándola un poco inmóvil.
Cuando por fin terminó de atarla, se marchó de la mazmorra, hasta que Katherine la dominase. Que sería cuando el regresase de un deber que tenía que hacer.
Pero antes, Kilian fue a desayunar.

Él caminaba a media mañana por los pasillos de la facultad.
Mientras que caminaba, comenzó a marcar el teléfono de la única chica que le importaba. Pero se enfadó cuando ella no le respondió.
Al entrar en la biblioteca, Osman se sentó en una de las mesas. Pero se percató que había alguien ante él.
Osman comenzó a mirarle fijamente, mientras que él tenía la mirada baja pendiente a un libro.
Él agachó la cabeza al abrir el libro y se percató que el hombre joven que había frente a él, cerró el libro que tenía delante y se levantó para marcharse. Pero no le hizo caso. Ya que comenzó a leer un libro de psicología.
―¿Qué es lo que tienes, que yo no tenga? ―dijo el hombre marchándose de allí.
Y cuando Osman volvió a mirar al hombre, se dijo que ese hombre no era de la universidad. Pero no le siguió. Como tampoco le siguió con la mirada. Ya que tenía algo que hacer.
En cambio, en la puerta de la biblioteca, el doctor Fermosel se topó con él.
Y Víctor no supo que decir, cuando vio a Kilian ante sus propios ojos.
―Buenos dias, Fermosel ―dijo Kilian.
Y Kilian caminó para marchase de la facultad.
En cambio, Víctor se preguntó que hacía Kilian en la facultad. Algo que averiguaría.

Pasiones Ocultas (Mi Amuleto #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora