Capítulo Nueve

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Pasó dos semanas después.
Kilian recibió a un buen amigo italiano durante el fin de semana. Él cual llegó con su esposa a la mansión, que celebraba su cuarto aniversario de bodas. Él se impresionó al ver a la mujer de Dante Lombardi. Una mujer radiante durante la dominación junto a él. Pero se percató como su buen amigo sabia como hacerlo. Se dijo que era un hombre afortunado por tener a su esposa domesticada. Fue durante una charla con ella al día siguiente de su partida, lo que le hizo entender a Kilian como era Violeta Jiménez de Lombardi. Y fue también por que vio en Anne lo que no veía en Katherine. Solo que la esposa de su mejor amigo se cayó para no recibir un castigo por su parte.
Después de esa visita, Kilian visitó con mas frecuencia la facultad donde estudiaba y trabaja Osman y Víctor. Lo hacia para tener a su enemigo mas vigilado. Pero también era para chantajear a Anne cuando no quería hacer algo que él le pedía.
Katherine, sin embargo, disfrutaba del sexo. Pero también llamó en varias ocasiones a Víctor. Y este no le cogió el teléfono móvil. Por lo que ella pensó que, si no lo hacía, le haría una visita a su trabajo.
Anne en cambio, no salía de la mazmorra para nada. Salvo cuando Kilian no estaba. Que aprovechaba para salir a probar algo de bocado y volver a la única habitación que conocía. La mazmorra.
Aquella mañana después de una larga dominación por Kilian y Katherine, Anne comenzó a replantearse si esa sería la vida que quería. Pero no tendría más opción si quería mantener a Osman con vida.
Tras dos semanas, aquella mañana de abril; Anne decidió de salir de las cuatro paredes de la mazmorra muy temprano. Ya que quería desayunar.
Cuando llegó a la cocina del departamento, se percató que Kilian estaba allí desnudo.
―¡Que coño...! ―exclamó ella.
―¿Tanto te alarma verme desnudo cuando me has visto en más de una ocasión en la mazmorra, Anne?
―Podrías taparte ―dijo ella de nuevo―. Si he salido de la mazmorra es por que necesitaba beber y comer algo. No para ver este tipo de vistas.
Kilian cogió un vaso con agua y lo llenó. Después se lo entregó a ella y Anne lo aceptó.
―Gracias ―le respondió ella.
―Esta noche quiero que cenemos juntos en el salón. Quiero comunicarte algo.
―Pues hazlo ya. Lo mínimo que quiero es cenar con alguien que me cae como una patada en el estómago.
―No lo voy a hacer antes de tiempo. Si quieres saber lo que tengo que comunicarte, lo sabrás durante la cena.
―Estoy harta de que me obligues a hacer cosas que no quiero.
―Pues no te comportes como una niña. Compórtate como una adulta por una puta vez en tu vida, Anne Fermosel ―le dijo él cabreado.
Anne no le dijo nada. Pero ambos se miraron desafiantes después de muchos días sin hacerlo.
Kilian comenzó a hacer unas tortitas para desayunar y café. Algo que le llamó la atención a ella.
―Si vas a desayunar, hazlo conmigo. Hace días que no desayuno acompañado y me gusta hacerlo.
―Para eso tienes más sumisas aquí.
Kilian frunció el ceño.
―Lo siento, señor Riaza.
―Voy a aclararte algo ―le dijo―. Vas a ser mi mujer y como tal tienes que comportarte. Te dije que me gustaban las niñatas como mis sumisas y lo afirmo. Pero
―¿Por qué yo? ―le interrumpió ella.
―Es muy sencillo. Es por la forma en que me humillaste aquel día en la fiesta de tu padre.
―Señor Riaza, usted no sabe nada de mí.
―Lo se todo de ti, Anne. No hace falta tener un club bdsm para saber como es la personalidad de la persona con la que vas a tratar y la cual va a ser tu sumisa.
Hizo una breve pausa. Pero ella solo hizo tragar saliva.
―Anne, vamos a desayunar y si quieres metete en la mazmorra. Pero te ordeno que estés durante la cena de esta noche.
―Pera esta noche deberías de pedírmelo amablemente.
―Anne, se terminó esto. Vas a estar o te castigaré si no me obedeces.
―No pienso estar, señor Riaza.
Kilian soltó la taza de café y fue hasta Anne. Pero ella no se movió de donde estaba por temor.
Él ante ella en breve, la cogió por el brazo y después ambos se miraron desafiantes a los ojos. La ultima vez que eso paso, una espina se le clavó a ella por la espalda. Pero esta vez, algo se removió en el estómago.
Kilian la besó y Anne se aferró a el como si fuera todo lo que tenía en esos instantes.
En segundos, él le dejó de besar y notó como la respiración de ella se entrecortaba.
―Sorpréndeme para la cena ―dijo ella tragando saliva.
―Y tu con lo que vas a llevar puesto ―respondió él―. Puedes usar mi habitación para lo que necesites.
Y ella se separó para marcharse. Ya que se la había quitado el hambre tras ese beso.
Anne salió en breve de la cocina y Kilian se quedó pensativo mientras continuaba desayunando. Un pensamiento que iba alrededor de ese beso que ambos se dieron.

Pasiones Ocultas (Mi Amuleto #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora