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Yujin movía sus labios mientras era empujado contra la puerta cerrada de Gyuvin, y este lo besaba mientras agarraba su pequeña cintura, ambos en los efectos del alcohol.

¿Cómo habían llegado ahí?

Eso se lo preguntaba Yujin, el solo estaba bailando junto a su mejor amigo y de un momento a otro ya estaba en el departamento del Alfa, aferrandose a sus labios como si desearan comerse entre ellos mismo, dejar rastro de lo que iba a suceder esa noche.

Gyuvin solo se alejo un poco, dejando que el Omega tomara aire, sujeto su mejilla, observando entre la vista un poco distorsionada el rostro sumiso de Yujin, sus mejillas rojas y suaves, sus ojos esmeralda mirandolo en suplica, sus dedos pulgares acariciaron sus labios, húmedos y esponjosos, luego los volvió a unir sus bocas en un beso hambriento.

Sus manos viajaron abajo del pequeño suéter, acariciando la piel lechosa del Omega, este se estremeció ante tal acto.

Los esponjosos labios de Yujin unidos con los de Gyuvin, exploraba su boca, pasando su lengua por aquellos, mordiendo y estirando el labio del Omega, sin importarle que tan rojos e hinchados terminarán, acercandolo más de la cintura para acortar la poca distancia que quedaba entre ambos.

Yujin pasó sus brazos por el cuello del castaño, aferrándose a sus cabellos, se dedicaba a soltar leves suspiros, jadeos ansiosos, ansioso de ser amado, de ser tocado, de ser besado únicamente y exclusivamente por el ser que tenía enfrente suyo, Kim Gyuvin, su mejor amigo, su dama de honor.

Si alguien les dijera antes que terminarían así esa noche ninguno se la creería, Yujin siendo abrazado por Hanbin se quejaría infantilmente y se dedicaría a deducir que tal vez querían separarlos, por otro lado Gyuvin tal vez terminaría riendo a carcajadas, dejando un beso en la mejilla del hombre que no se le permitía amar.

La falta de aire llego a sus pulmones, separándose por recuperar el aliento y en busca de algo de oxigeno, las mejillas rojizas del castaño junto con sus labios abultados e hinchados debido al fugaz beso. A la vista del Alfa, lucia perfecto, sonriendo satisfecho por haber agitado las hormonas del menor.

-Vamos a la cama amor...-susurro cerca de los labios contrarios-

Yujin solo asintio con la cabeza, estába muy perdido.

Entré pasos torpes se dirigieron a la habitación mientras cargaba y besaba al Omega, cuando llegó a su destino, Yujin bajo a su acompañante tirándolo en la gran cama, aventandose encima de el, mientras lo besaba y sentía sus frías manos recorrer sus piernas desnudas con sus manos mientras quitaba el suéter color crema aventandolo a cualquier lado de la habitación.

-Ah!~-

Un leve gemido salió de los labios de Han cuando sintió la habil lengua de Kim en uno de sus pezones, mientras acariciaba su cintura con su mano libre, eso, ya era el cielo.

El Alfa hacia con su pezón lo que quisiera, lo lamía, succionaba, e incluso lo mordía, Yujin, perdido en los colores del cielo revolvió sus cabellos del placer mientras se dejaba dominar y sacaba leves jadeos y gemidos, gemidos los cuales exitaban a su acompañante.

-A...nif~Gyu-Gyuvin...-

El mayor por fin dejo en paz a su pobre pezón, y Yujin sonrió, aún con los efectos de las drogas.

-Ah!.

Dio un leve gritito al sentir cómo Gyuvin se aventaba a su cuello, lamiendolo.

Agarro la camisa contraria, hacercandolo más, el mayor lamía su cuello sin piedad y seguramente, ya abría marcas ahí, pronto Kim se volvió a separar viendo el desastre que era el menor, sonriendo ladino.

Despedida de solteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora