Cuatro alfas y un omega.
Hoseok es un omega afortunado y envidiado por poseer a cuatro apuestos alfas, nada más y nada menos que sus compañeros de grupo; Jimin, Yoongi, Jungkook y Taehyung.
Namjoon y Seokjin son betas que tienen que aguantar a cuatr...
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Para ninguno de los cuatro era una sorpresa el hecho de que Hoseok estuviese embarazado. Era de esperarse, con lo sexualmente activos que eran.
Sin embargo trataban de cuidarse o al menos así era en los celos del omega, los días más fértiles de Hoseok, sin embargo.
¿Qué consecuencia trae follar con él en medio de la nada y sin ningún método anticonceptivo?
Muchas.
Estaban en su pleno éxito, aún eran jóvenes y con la agenda apretada de trabajo.
Era obvio que traería consecuencias en la agencia musical y en sus actividades. Hoseok no podía exponerse a un sobre esfuerzo humano, como el baile que era su especialidad.
Menos teniendo a cuatro alfas sobreprotegiéndolo, no.
Claro que no.
Hoseok era su omega y el cachorro que esperaba, aun cuando su padre biológico fuera Jimin les pertenecía a los cinco.
Porque así era su relación y así seria con el futuro cachorro de los demás.
Hoseok estaba armado de paciencia, aunque ganas de matar a sus cuatro posesivos alfas no le faltaban.
Tenia en cuenta que algo así sucedería cuando se embarazara, pero jamás pensó que llegaría al extremo de que apenas lo dejaban cubrir sus actividades suaves como lo eran algunos videos Run o visitas a premios.
Por su puesto que no. Sí antes era un niño pequeño a los ojos de los cuatro, ahora literalmente era un bebé.
Jungkook se la pasaba cargándolo la mayoría del tiempo, aun cuando le gritaba; "¡Puedo caminar, no estoy inválido!"
Yoongi lo mandaba a dormir exactamente a las ocho de la noche, después de obligarlo a cenar y lo levantaba a las siete de la mañana para obligarlo a desayunar.
Taehyung le cantaba seguido y compraba mucha ropa de embarazo para que este luciera adorable y tiernamente apetecible.
Jimin era el más sobreprotector de los tres, tratándose de su hijo, era quien lo sostenía y paraba sus brincos de emoción ante cualquier buena noticia diciendo: "Vas a licuar a mi hijo"
El alfa rubio era quien más emocionado estaba y con todos los derechos.
Hoseok soltó un suspiró enamorado recordando a cada uno de sus sobreprotectores pero, lindos alfas.
–Te vez adorable—. Comento Jin, mientras le servía un par de panquesitos que horneo especialmente para él.
Hoseok le sonrió desde su asiento, detrás la meseta de la cocina. Seokjin y Namjoon se habían tomado con más ligereza el tema de su embarazo, pero no por ello eran menos sobreprotectores con él.
Siendo el único omega y ellos siendo unos betas dulces y maduros, no había razón para no consentirlo un poco y minarlo más.
Aunque sabían limitarse, por más que fueran como una familia sabían que el proceso de su embarazo seria algo con que tomar un poco de distancia, los alfas eran mucho más territoriales en ese proceso.
Porque el sentimiento de proteger a su pareja y cachorro los volvían unas bestias.
–Gracias Jinnie—. El omega llevo uno de los panques a su boca, dando una ligera mordida y saboreando el chocolate.
Amaba el chocolate, lo único que agradecía era que Jimin se hiciese cargo de sus síntomas nauseabundos.
Amaba a su alfa y agradecía mucho a la Diosa y al Dios lobo porque la empatía de sus alfas hacia él era demasiada. Tanto que Jimin obtuvo todos los síntomas y malestares de su embarazo.
Aunque admitía que le preocupaba mucho el hecho de que uno de sus bebés alfas estuviese sufriendo mareos y vómitos.
–¿Y los chicos?—. Pregunto el mayor. Caminando de un lado a otro, lavando los trastos sucios que había utilizado.
–Kookie y TaeTae fueron por una consola nueva, Yoonie fue con Nam al estudio y ChimChim esta durmiendo, anoche no paro de vomitar—. Hablo Hoseok, en un tono bajo y preocupado.
Su pobre alfa no pudo pegar ojo en toda la noche.
–¿Crees que quiera desayunar?—. Pregunto el beta.
Hoseok negó con la cabeza y la mirada triste.
–Mi bebé alfa tiene falta de apetito, me preocupa que no coma, con mi falta de asistencia para las coreografías, Jimin es quien se hace cargo y no quiero que sufra un desmayo en medio baile por la falta de comida—. Susurro de forma triste.
Jin le sonrió maternalmente. El omega era un ser dulce y bondadoso.
Termino de secar los trastos y camino hacia el omega, su mano encima del hombro huesudo de su amigo.
–¿Quieres preparar algo suave para tu alfa bebé?—. Hoseok asintió repetitivamente con los ojos brillosos por la emoción–. Manos a la obra—. Dijo.
El omega comió su último trozo de panque, sintiéndose satisfecho.
–¿Qué propones?—. El omega se levanto sin ninguna dificultad, apenas tenía un mes de embarazo, así que no se le hacia difícil moverse.
–Ramen y sopa de pescado—. Pidió el omega, a lo que el mayor asintió convencido.
–Bien. Ramen y sopa de pescado será—. Aseguró, sacando uno que otro ingrediente de la alacena–. Trae el pescado y las verduras que están el refri—. Le pidió a Hoseok.
El omega asintió y camino tarareando una melodía que el mayor reconoció y canto junto a él.
–¿También podemos preparar algo de arroz y sushi?—. Miro al mayor–. Quiero que mis otros dos alfas bebés y mi alfa mayor disfruten la comida—. Seokjin asintió con una noble sonrisa.
Encantado por la particular atención que Hoseok le brindaba a sus estúpidos alfas.
–Bien, preparemos un almuerzo enorme para tus alfas y para nosotros—. Hoseok alzo ambos puños victoriosos, haciendo reír al mayor.
Moviendo traste por traste y removiendo ingredientes se dispusieron a cocinar.
