¡Hola mis bonitos lectores! Fly boy estuvo en emisión casi un año que se cierra hoy, no le tenía nada de fe a esta historia cuando la escribí, más que nada quería un testamento de amor hacia Eiji pertiguista y un Ash estrella de rock juvenil, este se terminó convirtiendo en mi fic de confort por exelencia, adoré escribirlo, no puedo agradecerles lo suficiente por el apoyo. Muchas gracias por tanto, este capítulo lo tiene Eiji.
¡Espero que les guste!
—¡Otra vez!
Me levanté de la colchoneta y me posicioné sobre la pista. Acaricié el tubo de fibra de vidrio como si fuese la misma extensión oxidada de mi cuerpo quebrado, una pequeña mueca se trazó entre mis labios antes de que el aire me quemase los pulmones y empezase a correr. Las palmas me temblaron, las mejillas se me tiñeron de rabia, el cabello se me movió en una decadente rebeldía, a él solía gustarle juguetear con esas espesas onditas y presionar besos contra mi flequillo, decía que era bonito, que le recordaba a un conejito esponjoso. ¡Concéntrate! Corté el viento con mis zapatillas, unas viejas que no eran para nada geniales, nada Ash Lynx. Apegué los codos hacia mi cintura, mis piernas se movieron contra la explanada como si el oxígeno fuese arena movediza. Alto, alto, alto. Fracasaría. Clavé la pértiga en el suelo para que volara. ¿Cuántos segundos estuve arriba? No lo sé, sin embargo, caí de cara y boté la barra.
—¡Otra vez! —Me grité a mí mismo, eran las tres de la mañana en las canchas.
Me arrastré de nuevo hacia la línea de partida. Aunque el gélido congeló mi uniforme, yo no sentí nada. ¿Cuándo me moví hacia el otro lado de la pista? La boca se me quebró tras fruncirla, solía mantenerla hidratada bebiendo de su amor, no obstante, me concebí vacío. Las tripas se me revolvieron, temí vomitar encima de la colchoneta, sin embargo, no me importó lo suficiente para detenerme. Volví a correr. El mundo fue un mosaico escabroso desde este extremo de la facultad, la cabeza me punzó, no pude respirar, este era mi límite. Alcé el mentón, contemplando las gradas, mi atención pendió hacia el puesto en el palco, ahí, donde me rompió por primera vez el corazón. Una mueca lastimera se instaló en mis labios luego de golpearme el vientre con la pértiga en ese salto.
Caí.
—¡Otra vez!
Volví a caer.
—¡Otra vez!
Volví a caer, me desmayaría.
—¡Otra vez!
Volví a caer, mi cuerpo se rompería.
—¡Otra vez! ¡Inútil!
Por favor alto.
No podía hacer nada bien ¿verdad? Ni siquiera tras la lesión lograba recuperar mis alas, mi madre tenía razón, debería renunciar y tomar el lugar de papá. Pero ni para eso servía, era un hijo de mierda y un atleta inservible. Finalmente la brecha entre nosotros dos se rompió. Miré el cielo contra la colchoneta de gomaespuma, ido. Elevé mi mano hacia las estrellas y me pregunté si él estaría mirando las mismas. Por eso no me dijo nada, al final era una simple carga. Vivíamos en mundos diferentes, eso era lo que siempre me decía. ¿Pero eso era verdad? ¿Por qué debíamos separarnos si vivíamos en mundos diferentes? Cierto, no era ni de confianza para que me contase eso. Me hice un ovillo muerto. Si Ash había decidido que lo mejor era dejarme fuera, le haría caso. Volvería a Japón. Y nunca...
ESTÁS LEYENDO
Fly boy in the sky.
Fanfiction|| Finalizada || El día que lo vio volar él amenazó su futuro, porque Eiji no caminaba ni tampoco corría, él extendía sus alas para perderse entre las nubes, ¿Cuántos segundos eran? ¿Dos? ¿Tal vez tres? Ash no supo si fue por aquella declaración inq...