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Más tarde esa noche, el complejo se encontraba en silencio, todos ya se habían ido a dormir y los pasillos estaban a oscuras, Bucky se mantenía despierto, pensando que en efecto tal vez si había sido demasiado duro con Anna, no le estaba dando la oportunidad que le habían dado los demás y gracias a eso parecía llevarse bien con todos. 

Así que se levantó y fue a buscarla a su habitación.

- ¿Anna?- tocó la puerta con los nudillos de carne y hueso, pero no hubo respuesta y al abrir la puerta, se percató de que no había nadie dentro, así que fue a buscarla. 

La encontró en el gimnasio, golpeando el saco con odio, se preguntó porqué a pesar de estar sudando y de que aparentemente el volumen de su cabello parecía contribuir a su bochorno, no se lo ataba. Se aclaró la garganta para llamar su atención y ella se detuvo con la respiración agitada sólo para mirarlo por un segundo.

- ¿Qué quieres, Barnes? - volvió a soltar golpes aún más fuerte que antes. 

- Quería hablar - se acercó a ella decidido. 

- Mira... - dio un último golpe y lo encaró - He intentado llevarme bien con todos aquí, no sé cuánto tiempo voy a seguir en este lugar, sólo trato de hacerlo más llevadero para ustedes y para mí - lo señaló - Pero tú, eres un dolor en el trasero, no te agrado, no me agradas, y está bien, pero no hay porqué ser un amargado todo el tiempo - 

- Si, lo sé, por eso vine a disculparme... - 

- ¿Sabes? No quiero tus estúpidas disculpas - le puso las manos en el pecho y lo empujó - Quiero que pelees - 

- ¿Qué?... - ella soltó un golpe que casi dio directo en su nariz, pero lo esquivó a tiempo y caminó hacia un lado buscando salir de su alcance. 

- Pelea conmigo, Barnes - 

- Anna, no vine a pelear... -

- No me interesa, pelea - 

Terminó cediendo, si eso era lo que quería ella para hacer las paces, entonces estaba bien. 

Comenzó a devolverle los golpes y a defenderse, sabía que con o sin espadas era una rival de cuidado y que con o sin brazo de metal, ella podía herirlo perfectamente con solo sus manos. Retuvo el trayecto del puño de metal en varias ocasiones a escasos centímetros de su cara, pero después comenzó a intentar derribarlo, Bucky ya estaba sudando también y tenía que poner toda su fuerza en no dejarla vencerlo. Hubo un momento en el que vio la oportunidad de hacerlo caer en definitiva, pero lo pensó dos veces y la dejó pasar, entonces fue Bucky quien la derribó a ella, terminó debajo de él en el suelo con las manos sobre la cabeza y las muñecas aprisionadas en su mano de metal. Él se quedó quieto hasta que se dio cuenta de que había ganado, entonces sonrió de lado y ella le devolvió la sonrisa.

Se quedaron de esa manera, jadeando sobre los labios del otro hasta que se pusieron serios y se percataron de verdad de su cercanía, Bucky notó los pechos de Anna rozándolo con cada respiración, ella dejó las piernas muy quietas cuando fue consciente de que en esa posición, él estaba entre ellas, no dejaba todo su peso caer sobre su cuerpo, pero aún así podía sentir una ligera presión en su entrepierna que iba en aumento. Se seguían mirando, sin decir nada, con la respiración más tranquila, hasta que Anna lo vio mojar sus labios con su lengua antes de inclinarse hacia ella y besarla.

Tardó algunos segundos en reaccionar y no supo si el suspiro que se le escapó fue de sorpresa o de placer, tiró de sus manos hasta sacarlas del agarre de Bucky y las llevó hacia su cara, levantando un poco la cabeza para acercarse aún más a él. El chasquido de sus labios al separarse y succionarse entre sí hacía eco, él sostenía su peso con las manos en el suelo a los lados de Anna mientras sentía sus dedos escurrirse entre su cabello para jalarlo más cerca, después sintió su mano humana sobre su muslo, subiendo y bajando, los movimientos de su boca habían instalado calor y humedad entre sus piernas, se preguntó si él lo habría notado ya. 

Born Villain (OneShot) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora