0

297 35 11
                                    

Letra O, de: Orgullo.

📌Desarrollo en
universo alternativo.

adv; cursiva y minúscula intencional
para denotar flashback.

🐝

En el mundo empresarial, aveces tener a una linda chica colgada del brazo te vuelve de forma instantánea alguien con más status, por eso las reuniones anuales estaban repletas de muchachas bonitas: hijas de otros empresarios y modelos de alta costura esperando impacientes colgarse del brazo de alguna joven promesa que les asegurara un futuro digno.

En el país, había en especial una reunión que cada año lograba reunir a la mayor cantidad de chicas bonitas. En un hotel de lujo ubicado en Yeongsan, los empresarios elitistas más importantes llevaban a cabo una simple fiesta para reforzar lazos entre ellos, asegurar futuras conexiones y, por qué no, buscar buenos pretendientes para sus hijas.

Hace unos cuatro que NamJoon asistía, tras tomar el puesto de su padre al mando de varias cadenas hoteleras extranjeras, aerolíneas y diferentes inversiones en las empresas líderes del mercado tecnológico. Además de ser bastante inteligente, era claramente guapo, y sí, la fila de chicas para llegar a entrar tomadas de su brazo era bastante larga y cada año parecía aumentar.

Sin embargo, NamJoon parecía ser inmune a cada encanto que las muchachas querían presumir ante él. Ni las primogénitas de las mismísimas miss Corea habían logrado sacudir su corazón, y aunque siempre actuaba de forma caballerosa y gentil, nadie paraba de pensar en cuando iba a decidir tomar a alguna como esposa. Finalmente, los años pasaban y él seguía más interesado en la expansión de su fortuna que de su descendencia, o eso creían todos.

Para NamJoon, generar familia era lo de menos, de todas formas dudaba que alguna de las mujeres que llegaban a sonreírle de forma coqueta accedieran a concebir y arruinar sus "cuerpos espectaculares". Y de todas formas, ninguna se comparaba con el chico que tenía resguardado del mundo en su hogar.

Park JiMin era sin duda un sueño hecho realidad, la viva representación de un diamante en bruto que con mucha paciencia esperaba convencer de mostrar al mundo toda la belleza que poseía. La apariencia era lo de menos para él, pero demonios, quería ir a esa maldita reunión y presumir que su chico era la envidia de cada mujer que le veía y que hasta el hombre más heterosexual podía caer ante sus encantos.

—Nam ¿estas seguro de esto?— la voz de JiMin era dulce incluso sin pretender serlo, algo tímida y contrastaba dulcemente con el atuendo que llevaba.

—Claro que si, es momento de presentarte formalmente en sociedad.— la sonrisa que le dedicaba era dulce y tranquilizadora, adorar a JiMin era de las cosas que más le gustaban hacer.

Le regaló un beso suave sobre los labios, tomándolo de la cintura con gentileza y acariciando sus mejillas abultadas, procurando ser cuidadoso puesto que a sus ojos el chico rubio era lo más delicado que existía en el mundo.

🐝

La entrada del hotel está repleta de periodistas, y las manos del menor tiemblan levemente. Nunca en su vida a estado expuesto a este tipo de cosas, ya que creció alejado de la ciudad y el mundo mediático en general. NamJoon trata de tranquilizarlo acariciando su espalda y dejándole un beso en la mejilla. La sonrisa que le da JiMin tras esa leve caricia parece iluminarle el mundo, y pregunta silenciosamente si está listo del todo o de lo contrario, siempre podían poner una excusa y marcharse.

Abecedario [nammin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora