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Letra P, de: Primera (vez).

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Cuando JiMin lo recuerda, casi puede sentir los nervios de ese día, cuando cumplieron ocho meses de relación con NamJoon y TaeHyung le llevó a comprar ropa como una excusa poco creíble para sacarlo del departamento que compartían por todo el día.

Al comienzo pensó que se trataba de algún tipo de fiesta sorpresa, pero no era su cumpleaños, tampoco habían tenido un logro que celebrar y ya habían recibido sus respectivos regalos de aniversario. Las dudas siguieron cuando de pronto su amigo se vio muy interesado en la imagen con la cual llegaría al departamento de su novio.

¿Por qué a TaeHyung le interesaba tanto que cambiará su ropa? ¿Por qué ir a la peluquería? ¿Y qué con eso de cambiar su ropa interior? ¿Estaba delirando ya?

No lo cuestionó, es su mejor amigo y aveces tiene desvaríos, el lo ama de todas formas, pero hoy justamente está agotado de ir y venir entre las tiendas, escoger ropa y pasar horas viendo precios. Cuando TaeHyung se despide luego de dejarlo en un taxi respira profundo y se relaja. Sus pies le duelen, pero le reconforta saber que llegará a su dulce hogar para poder descansar.

Todo cobra sentido tras introducir el código en la puerta, por qué no hay más luz que un par de velas que le dan un aire misterioso a todo el lugar y un sutil perfume a rosas. Lo primero que piensa es un cena y de pronto el empeño que puso TaeHyung en hacerle ver más guapo ese día tomó algo de sentido.

Estaba alejado de la realidad realmente, por qué lo único que se serviría esa noche sería su propio cuerpo.

Cuando llega a la sala de estar NamJoon lo abraza por la espalda, deja un beso sobre su cuello y respira profundo el aroma de su linda pareja. JiMin sonríe y voltea para encararlo, dejando un pequeño beso sobre su mandíbula. Su novio ni siquiera se esforzó por ponerse una camisa y al fin entiende por qué tanto revuelo ese día.

—¿Que es lo que planteaste, Kim NamJoon?—

—Nada, simplemente quiero saber si me permites ser uno contigo, esta noche.—

Las mejillas del más bajo se colorean, puesto que no está tan acostumbrado al lado lascivo del moreno. La mayoría de veces todo es miel y azúcar, nunca había tratado de propasar ese límite, JiMin también sabía que no sería capaz de hacerlo sin tener su consentimiento. Su estómago se sentía de pronto lleno de mariposas y sintió los nervios a flor de piel.

—Nam...— murmuró, algo apenado y refugiándose entre sus brazos. Sentir la piel del chico bajo su mejilla y el latido calmado de su corazón le tranquilizó. Si se negaba, el alto lo entendería y cambiaría de tema, si lo aceptaba, se vería obligado a ser sincero y admitir que jamás en su vida había tenido eso con nadie.

—No estas obligado a hacer nada de esto si no quieres, amor.— las palabras de su novio eran tan sinceras y calmadas que su corazón latió con fuerza. No supo que hacer, por lo que alzándose suavemente inició un beso pausado que fue lentamente tomando otra connotación, sus labios estaban algo inchados luego de que se separaran, ambos agitados y con los ojos brillando en lujuria. —¿Eso es un si?—

La pregunta de NamJoon lo hace volver a pensar en su desgracia. Sabe bien que él sí tiene experiencia en eso, ha tenido novios y novias antes, pero rayos ¿por qué tuvo que enamorarse de él, que sigue tan virgen como cuando nació?

—N-namJoon, es que, yo...— es difícil admitir algo así en voz alta, pero necesita hacerlo saber —Jamás tuve nada con nadie antes, no sé qué se supone que debo hacer.—

Espera recibir alguna risa burlesca, o algo por el estilo, siempre es así en las películas, pero el moreno sólo lo abraza con fuerza y besa su frente. De pronto le parece que se ha puesto a llorar por qué Kim no quiere soltarlo.

—Cariño ¿Estás bien? ¿Por qué estás llorando?—asustado, trata de alejarse y ver por qué su novio parece tan afectado con eso. Piensa que ha dicho algo que está sumamente mal, se siente culpable.

—JiMin, olvida todo esto ¿bien?— habla de forma pausada y calmada, deja besos entre el cabello castaño del bajito. —Eres tan inocente y puro que no soy capaz de hacerlo ¿Siquiera por qué pensé en ti de esa forma? Debería ser un pecado sexualizarte, demonios, eres un ángel, no puedo hacer esto.—

Es el propio JiMin quien ríe suavemente por las ocurrencias que tiene su chico, no sabe si sentirse feliz o asustado de la reacción que tiene, pero lo toma con cierto humor. Se separa finalmente, tomándolo por las mejillas deja un beso corto sobre sus labios y le sonríe abiertamente.

—Claro que no, NamJoon. Aquí y ahora, yo quiero ser tuyo, te doy el permiso de corromperme y enseñarme a amarte en todo sentido, por favor.—

Su sonrisa es cálida y sincera, su sonrojo más que evidente y los latidos de su corazón parecen sonar en todo el ambiente. Los nervios parecen desaparecer tras su breve discurso, perdidos seguramente luego del beso apasionado que recibe por parte del muchacho alto que roba todos sus suspiros esa misma noche.

Esa primera vez no fue tan desastrosa cómo lo imaginó, y por sobre todo, lo que aprendió esa noche fue algo que le pareció maravilloso por el resto de su vida. Simplemente ser uno con la persona que ama, por primera vez, es algo inolvidable.

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Tenía esto escrito de ayer pero wattpad se puso mamón en la madrugada y no me dejó publicar. En fim. Espero que les haya gustado jijiji.

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Muchos besitos, ysi

Con amor, mxcchi🌷

Abecedario [nammin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora