VI

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A la semana siguiente, Jayden empezó a trabajar como cajera en el ''KeRule'', los primeros días fueron más instructivos que productivos.

—A ver Jayden, ¿qué es lo qué tenías que decir cuando entrara un cliente? —la chica suspiró con cansancio, era la sexta vez que el mayor de los Gambino le hacía aquella pregunta.

—Bienvenido, ¿qué se le ofrece? —dijo la muchacha arrastrando las palabras, —joder, esto se está haciendo pesado, creo que ya lo tengo todo controlado —le soltó a los hermanos haciendo aspavientos desesperados con sus manos.

—Si tan claro lo tienes, podríamos dejarla una hora sola a ver como se las apaña —dijo el Gambino menor arqueando las cejas a sus hermano— ¿qué te parece Toni?

El mayor entrecerró los ojos, por una manera no le parecía mala idea, ya se estaba cansando de esas estúpidas explicaciones de como iba la caja, o qué tenía que hacer cuando la tienda estuviera vacía.

—¿Y por qué no?, nosotros iremos a tocarles los cojones a Salinas de mientras —sonrió el mayor, la idea de hacerle la vida imposible al abogado lo ponía de muy buen humor.

Su hermano soltó una carcajada, era su pasatiempo favorito y no se iba a negar, ambos miraron a la chica de ojos grises, Toni no conseguía hallar la respuesta de porque cuando miraba aquellos ojos que le recordaban a la blanca nieve, conseguían calmarlo tanto; de ellos emanaban confianza y seguridad, aún así, la veía a ella, que parecía una chica débil y frágil, y sentía la necesidad de protegerla.

Los hermanos cada noche, cuando se reunían en la trastienda con su empleado José Heredia, su mejor empleado, siempre ponían la misma cuestión sobre la mesa, ¿qué era lo que poseía aquella muchacha que tanto quería Hai?.

—¿Es que vosotros no tenéis trabajo? —la joven sacó a los hermanos de sus pensamientos, tenía las manos posadas sobre sus caderas, daba la sensación de ser un a madre regañando a sus hijos.

—A ver, preciosa —habló Carlo enarcando una ceja, —nosotros somos los jefes, tenemos empleados para no trabajar —le vaciló, aún no le podían decir que tras aquella tapadera se encontraba una de las organizaciones con la mayor de difusión de drogas en la ciudad.

La chica alzó las cejas algo resentida por el descaro del hermano menor, sin embargo se quedó callada, sonrió para sus adentros cuando Carlo le quitó la mirada de ella y le dió la espalda para hablar con su hermano.

—Entonces, ¿con qué salimos hoy para molestar al abogado de mierda? —preguntó Carlo.

Toni y Carlo conversaron durante unos minutos sobre su plan para ir al despacho de Salinas y hacer a saber que, Jayden no les estaba prestando atención, simplemente estaba concentrada en sus dotes sigilosos, la Reina Sigilosa hizo de nuevo una de las suyas, aprovechó que el cuerpo de Carlo le ocultaba del punto de vista del mayor para introducir su mano en el bolsillo del menor y quitarle su cartera. En un abrir y cerrar de ojos, la muchacha llevaba consigo casi cuatro mil euros y el Gambino rubio ya tenía su billetera en su bolsillo y sin ninguna sospecha.

𝔐𝔞𝔣𝔦𝔞 𝔊𝔞𝔪𝔟𝔦𝔫𝔬「Toni Gambino x OC」. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora