Treinta y ocho.

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Esto nunca se me va a olvidar Mike, nunca.

Me acompañaste a mi salón después del receso, me senté en mi lugar y empezamos a hablar de cualquier cosa, sinceramente no recuerdo de que, hablábamos mientras tú estabas recargando tus codos en la mesa, tu cara muy cerca de la mía, giraste y quedamos de frente, te miré de cerca, tus ojos, tus pestañas y tu cabello, tus labios… te sonrojaste (yo también lo hice) te levantaste, “nos vemos en un rato” dijiste, pero no fue así, no me buscaste, no me hablaste y me resigné a que así sería ese día, tendrías una buena razón. 

¡Hola! hoy actualizaré y veré si les dejo un avance de la segunda parte. 

POR FAVOR COMENTEN QUE LES PARECE :( 

Los amo, la autora. 

Algún día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora