Cuarenta y tres.

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Traté de hablarte normal… lo intenté de verdad, pero no era fácil, todo siempre daba vueltas en torno a ti, no había manera de olvidar el daño que me habías hecho, me dolías.

Un día por la tarde me dijiste “No puedo olvidarte, eres difícil de olvidar, déjame intentarlo otra vez, por favor” pero estaba muy dolida, te dije que no y al instante me arrepentí, tu igual… “¿Todo bien?” me preguntaste “No…” y jamás volvimos a hablar después de ese día, ibas en otro salón, no era difícil no hablarte, tus amigos no eran mis amigos y no tenía por qué dirigirte la palabra.

09 de Febrero de 2014, fue la última vez que crucé palabra contigo en lo absoluto, te habías ido, para no volver nunca más.

Algún día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora