Cuarenta.

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Desperté, me arreglé para la escuela, al llegar tu no estabas ahí, ni las siguientes dos clases, nada, ni una sola señal.

Le dije a Lupita lo que me habías dicho la noche anterior, no sabía que contestarte, no quería ser tu novia, no sabía qué hacer, aunque por más que ella me decía que estaba bien, que yo era para ti, que te quería de verdad, que lo pensara bien, aún no tenía nada claro, yo no quería, pero si decía que no, me iba a arrepentir, lo más probable. 

Esto ya se está terminando, atentos que empieza la segunda parte. 

Gracias por todo. 

La autora. 

Algún día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora