𝐗

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𝐗 : Soñando Despierta
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Advertencia: Este capitulo puede contener temas sensibles para algunos.

La casa parecía un lugar diferente, Alyssa nunca había visto tanta gente en su casa. Buscó con la mirada a algún conocido, pero sólo podía ver a su madrastra agradeciéndole su presencia a varias personas de más o menos la edad de su padre.

Se quedó parada junto a la escalera mientras esperaba a que llegara más gente, en ese momento estaban tan desesperada que incluso la presencia de Jossie Pye le habría emocionado. Un montón de jóvenes que no conocía se encontraban en el salón

Su hermana apareció detrás de ella, Alyssa se sobresaltó un poco.

—Presta mucha atención—le susurró Adelaida—, uno de estos será tu futuro esposo—La hermana menor hizo una mueca—. Espero ninguno sea el mío—susurró aún más bajo que ni Alyssa la escuchó.

Alyssa subió las escaleras con mucho cuidado de que Gabriella no la estuviera viendo, entró a su habitación y cerró con llave la puerta.

Soltó un suspiro y se miró al espejo, si tuviera la posibilidad de tener algún don como en los libros de fantasía que tanto adoraba sin dudarlo tendría el poder de manipular el tiempo. Volver a cuando su madre aún vivía, no dejar que el tiempo avance e incluso volver a ni siquiera existía.

Decidir su futuro era una mentira; aquella mujer que se encontraba en el primer nivel, aquella que se creía con la autoridad de decidir por ella, buscaba un esposo para la menor.

Un golpe en la ventana rompió el silencio total que se había creado, disipó todos los pensamientos de Alyssa y se asomó temerosamente.

Gilbert, con la nariz un poco roja por la nieve y un abrigo que se notaba mucho más pesado de lo que podía cargar se encontraba abajo. Alyssa no dudo en abrir la ventana.

—¿Qué haces aquí? —susurró la joven.

—Rescatándote.

Alyssa sonrió y le hizo un gesto para que se haga a un lado. Cerró los ojos y se lanzó por la ventana, hacer eso se le estaba volviendo una costumbre.

—Bien, ¿A dónde vamos?

—¿A dónde quieres ir? Es tu cumpleaños, tú mandas.

—¿Traes los patines?

—Tenía la ligera sospecha así que sí—sonrió, Alyssa nunca se iba a cansar de verlo sonreír...

Otro golpe.

—¡Oye Alyssa! ¡Es hora de que bajes!

Su rostro ligeramente sonrosado seguía reflejándose en el espejo, lo primero que hizo fue mirar a la ventana y exactamente como pensó: Había estado soñando despierta.

Suspiró.

Se dirigió hacia la puerta, cada paso que daba hacía rechinar la madera. Cada vez que se acercaba escuchaba el barullo del primer nivel.

Su hermana se encontraba esperándola afuera, no se veía contenta-como siempre-.

Alyssa hizo a un lado a su hermana y bajó por las escaleras. Buscó con la mirada rostros conocidos y los encontró, menos el que ella tanto esperaba ver.

Gabriella le hizo señas con desesperación para que se acercara. Lo pensó 2 veces, pero no le quedó de otra.

Avanzo a paso lento y cuando hubo llegado Gabriella la enderezó por completo haciendo que su espalda crujiera un poco.

𝑬𝒍 𝒍𝒂𝒈𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒈𝒖𝒂𝒔 𝒓𝒆𝒍𝒖𝒄𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 - Gilbert BlytheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora