Tumbas Despiertas (Novela)

PARTE 1 EL PRESAGIO DE LA MUERTE

12 de Octubre de 2023

Wilwood / Londres, Inglaterra

William pertenecía a un grupo de sirvientes de un hombre pudiente a las afueras de Wilwood. Por esto, jamás se le había otorgado el permiso de salir de la localidad. En teoría, estaba atrapado. Por suerte, laboraba con personas muy gratas, y había logrado formar una vida estable en el lugar.

William acudió a una taberna cercana a su casa, aproximadamente a las ocho de la noche, para reunirse con algunos compañeros de labores que frecuentaban este sitio de manera recurrente. Estaba sentado en una mesa tomando un par de cervezas con dos colegas, y contándole lo ocurrido.

—William; realmente creo que has comenzando a tener visiones. El trabajo te está afectando, amigo —dijo Oliver Grayson de 35 años de edad. Él era un hombre de contextura delgada, ojos verdes, y de cabello negro.

—¡Es cierto!, yo pasé justo al frente del cementerio, y vi mi nombre, mi apellido, y año de muerte en esa lápida —mencionó William, muy alterado.

—Tú estás ebrio, William... jajaja —dijo Charlie Johnson, burlándose de la situación. Él era un hombre delgado, sin cabello, y de ojos pardos.

—¡Claro!, es eso... de seguro estabas bebiendo antes de llegar a tu casa, y comenzaste a tener esas alucinaciones —dijo Oliver, mientras tomaba un sorbo de cerveza.

—¡Ustedes no me creen!, y yo realmente les estoy diciendo la verdad. Sé lo que vi. ¡Yo mejor me voy!

—No te vayas, William. Olvida eso y tómate otra cerveza. ¿O prefieres un trago mucho más fuerte? —dijo Oliver.

—Claro que te creemos, amigo. Siéntate y relájate un poco —dijo Charlie, mientras encendía un cigarrillo.

William se levantó con ira, y decidió caminar hasta el baño.

Segundos después, llegó a la mesa un hombre robusto con un abrigo de cuero y gafas oscuras. Él era conocido en el pueblo por su tienda de artículos antiguos en la Calle Albian.

—¡Disculpen! Estuve escuchando su conversación. Realmente no quería; pero estaban hablando en un tono muy alto. ¿Han pensado por un momento que William puede estar diciendo la verdad? Aquí se han escuchado historias sobre ese cementerio.

Oliver y Charlie se vieron entre sí.

William salió del baño, y se dirigió a la puerta del bar, observando hacia la mesa, con ira. Luego, se derrumbó en el suelo sin motivo alguno. Sus amigos, y otras personas del bar, se acercaron a socorrerlo, tratando de levantarlo rápidamente.

—William; por favor reacciona. ¡No nos hagas esto! —dijo Charlie.

—¡RÁPIDO, LLAMEN A UN MÉDICO! —exclamó Oliver.

William no reaccionaba. Era algo extraño en un hombre como él.