Quisieramos que las cosas sucedieran de una forma en especial. Pero nos encontramos sujetos a las falencias de los demás y todavía mucho más a las propias.
Por eso resulta imposible suponer que siempre nos irá bien.
Un día te encuentras arriba, sentado en una cómoda silla sin pensar en las adversidades, y al otro simplemente te encuentras derrotado, desde el suelo, rendido. Pensando en todo aquello que has perdido, recordando las apuestas que has derrochado, y cuestionando el porqué de las cosas.
Nadie debería culparse del todo.
No somos los únicos responsables de nuestras caídas, pero si nos corresponde a cada uno de nosotros, levantarnos por nuestra propia cuenta, esta vez a sabiendas de que nada es inamovible y perfecto como se supone.
—Yewon levanta más la barbilla por favor. —la voz de Nam se hizo notoria detrás de la cabina, la menor del sexteto obedeció al instante.
El grupo se encontraba grabando su próximo regreso luego de arrasar con un mini álbum que quedará para la historia. Dando la bienvenida así, a su primer álbum completo.
—O-oppa... —voltee al encontrarme con su frágil persona— ¿me das un minuto? —desde su último proyecto, a estado esforzandose mucho en cambiar su perspectiva de las cosas y eso es de admirar.
—¿Qué ocurre?
—¿Has terminado tu proyecto? —pregunto con timidez, después de todo, poco a poco a comenzado a husmear en medio de mis trabajos de tiempo libre.
—¿Por qué?, ¿quieres escucharlo? —una sonrisa dulce adorno su rostro— No creo que sea una buena idea, no quiero asustarte.
—Oye, deja de insinuar que soy un niño. —se quejo mediante mohínes.
—Deja de actuar como uno. —me cruce de brazos— Únicamente los niños se esconden detrás de sus tutores. —ocasionando que guardara sus excusas y bajará la mirada.
No era la primera vez hablando del tema, solíamos conversar con frecuencia cuando nos topabamos en el edificio, entre alguna que otra broma de mí parte, me gustaba sacarle una sonrisa, que portara mas confianza.
—La soledad no es tan mala, te enseña lo más importante. —sus ojos dieron con los míos en tristeza— A quererte y mucho. —pero sus labios no se inmutaron a guardar silencio— Dime, ¿quién te mintió tanto como para que no llegues a pensar que eres increíble? Porque lo eres Yewon, —eleve mí mano para dar con su cabello— puedes ser lo que tu desees, siempre y cuando no te traiciones a ti misma.
—No siempre es sencillo...
—Nadie dijo que lo seria, pero eso es parte de crecer.
—¡Min Yoon Gi! —la puerta fue abierta dejando ver el semblante estúpido de mí buen y mejor amigo, Hoseok.
—¿Por qué demonios te quedas callado?, ¿Nadie te enseño a tocar antes de ingresar? No, eres maleducado de por si, pobre de unnie, siempre esforzandose.
—¡Oye! Lo siento, Yewonie, no quise irrumpir así, es solo que alguien no responde mis llamadas.
—Recuerdo que te puse en la lista negra.
—¿¡Me bloqueaste!? —genere una mueca por su constancia en levantar el timbre, mientras la menor comenzaba a reír suavemente, en su intento de ser sutil al respecto— Mira, incluso Yewon se ríe de mí, maldito egocéntrico... —se forzaba en mostrarse indignado y lastimado.
—Si si, como sea. —le pase de largo— Tengo que trabajar.
—Oye, no me ignores. ¿Cuando dejaras al viejo? —sali del cuarto dejándoles solos— ¡Yoongi! —tomando mí teléfono para revisar los mensajes del mayor antes de partir.
ESTÁS LEYENDO
Celebrity
ChickLitCuando piensas que los reflectores y buenas producciones recalcan la gloria eterna, caes en un supuesto bastante erróneo. La gloria no es para nada eterna, mucho menos vivas. Bienvenidos a la caída más realista de todas, la gloria solo es finita y f...