Capítulo 10 ~¿Qué ocultas?~

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Capítulo 10

Ella estaba ahí... frente a frente. Me miraba como siempre lo ha hecho, con sus celestes ojos penetrantes de color tan vivaz, me miraba con ese aura sobreprotectora. Quedé helada. Mérida estaba frente a mí.

Al principio quería decirle miles de cosas, pero ella me sorprendió reaccionando primero, separó la poca distancia entre nosotras abrazándome con fuerza, abrí mucho los ojos pero luego correspondí el abrazo. Era mi hermana, mi fiel hremana, mi compañera, mi guardiana, ella jamás se alejaría de mí por una simple pelea, no íbamos a tirar todo a la basura por eso, todos los años que pasamos juntas no se esfumarían así de rápido.

— Como lo siento, Punzie —dijo apenas audible.

Mérida no era de las personas que lloraban, pero juraría que tenía ese nudo en la garganta lleno de lágrimas esperando para salir, me separé de ella y sonreí con algunas lágrimas en los ojos.

— Me alegra que estés aquí —dije mirándola a los ojos.

— Nunca me fui —dijo, la miré con curiosidad para que me explicara— Punz, de verdad lamento mucho lo que sucedió y... tienes razón, no puedo ser una mierda de persona —dijo mirando hacia abajo—, estuve... estuve siguiéndolos todo el tiempo, aún siento esa naturaleza de protegerte, pero si tu lo prefieres puedo ser... más... flexible —le costaba pronunciar las palabras.

Seamos claros; Mérida no era la poeta chica expresiva que hablaba y decía sus sentimientos a menudo. Ella era demasiado cerrada, entendía lo que le costaba, y estaba más que feliz porque lo intentara.

— ¿En serio? —pregunté con una sonrisa.

  Ella asintió — No creíste que te dejaría ir sola con unos completos extraños ¿Verdad?

 Sonreí y me lancé a ella abrazándola.

— ¿Me... perdonas? —preguntó.

Intenté engañarla haciendo que dudaba pero no me salió, claro que la perdonaría, ella no se quedaría sola, era una humana, comete errores al igual que todos nosotros, somos diferentes pero sangramos igual ¿Verdad?

Estábamos caminando intentando salir de la ciudad, Hiccup, que tomó el liderazgo del grupo, nos guiaba, Mérida iba atrás conmigo mientras que Jack y Astrid iban delante de nosotras. Podía notar como el aire cambiaba, Mérida... sonreía. Sonreí de verdad.

El camino fue agacharnos, hacer silencio, caminar a pasos minuciosos, disparar, cubrirse, correr y mucho más. Cuando los trillizos decían que era el lugar más infestado de zombies; tenían razón, eran demasiados, pero nosotros pudimos contra ellos. Finalmente nos adentramos al bosque y buscamos un lugar en donde dormir, hicimos una pequeña fogata, no queríamos que el fuego atrajera a los zombies. Mérida fue a buscar un arroyo, me ofrecí a acompañarla pero Astrid terminó yendo con ella. Astrid era una chica ruda, desde el poco tiempo que la conocí me di cuenta de eso, como le pegaba a Hiccup era muy constante, pero supongo que así son las parejas ¿Verdad? De acuerdo en realidad no son así.

Estaba sentada en un tronco frente a la fogata con las piernas cruzadas y una mano en mi rodilla, Jack se sentó a mi lado con las piernas ligeramente abiertas, mientras que Hiccup estaba en otro tronco mirando una libreta.

— Oye... —dice Jack, me giré a verlo— tú... ahm... tus ojos... —dijo y se sonrojó al instante al igual que yo, sólo que yo sonreía y él tenía una sonrisa chueca—, lo siento, no soy muy bueno hablando con las chicas.

Me reí un poco.

— Es raro —dije—, pareces muy confiado en ti mismo.

— No —dijo Jack arrugando la nariz un poco—, soy optimista, que es otra cosa.

Volví a reír mirando hacia abajo.

— ¿Tú? —dijo, me volví a verlo confundida— cuéntame de ti.

— Oh... —dije—, no hay mucho que contar.

Jack se encogió de hombros.

— Ya sabes una cosa de mí, dime algo de ti —dijo mirando el fuego.

— Bueno... —dije—, soy una chica muy tímida.

Él sonrió.

— Conmigo no fuiste nada tímida —dijo.

Me encogí de hombros, Jack tenía razón, no fui nada tímida con él, no hasta ahora.

— No lo sé —dije e hice una mueca—, tú me pareces alguien de confianza.

Un pequeño grito nos sacó de nuestra charla, enseguida pensé en Mérida y Astrid ¡¿Y si les pasó algo?! Me levanté del tronco y pude ver que Hiccup también estaba muy preocupado, miramos con algo de esperanza entre los árboles, yo iba a correr en busca de ellas pero una mano fría me agarró y me jaló hacia trás, Jack me rodeó con sus brazos impidiendo que saliera, entonces escuchamos ramas, las pisadas rápidas, mi pulso se aceleró, Hiccup se acercó a nosotros protegiéndonos, entonces, de entre las ramas y árboles salieron dos personas, Mérida y Astrid que estaban respirando agitadas de tanto correr.

— ¡Mer! —dije y corrí hacia ella abrazándola.

Ella siguió respirando agitada.

— Estoy bien —dijo en un susurro—, no te preocupes.

Me separé y la jalé de la mano obligándola a sentarse, me senté junto a ella. Hiccup abrazaba a Astrid.

— ¿Qué sucedio? —preguntó Hiccup mirando a Mérida, Astrid seguía entre sus brazos.

— Estábamos buscando el arroyo, se encontraba a pocos pasos de nosotras —dijo Mérida—, pero... cuando lo vimos, un caminante se nos atravezó.

— Luego escuchamos un grito, creímos que serían ustedes ¿Están bien? —dijo Astrid.

— ¿Dejaron que el caminante las siguiera? —volvió a mirar a Mérida acusador.

— No —Mérida negó con la cabeza—, lo atravezé con una flecha antes.

Abracé a mi hermana que tenía la mirada perdida, eso hacía cuando tenía un pensamiento profundo o algo la afectaba, estaba mirando el suelo, como si intentara descubrir algo. La miré con los ojos entrecerrados.

— ¿Qué pasó que no nos podemos enterar? —le pregunté captando la atención de todos.

Ella me miró unos segundos, abrió ligeramente la boca pero la volvió a cerrar.

— Nada... —dijo, volvió su vista al suelo y tragó saliva— ¿Cómo serán los turnos?

Me la quedé mirando unos segundos, algo ocultaba, pero no sabía qué. Aún.

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Lamento que el capítulo sea tan corto, pero les digo que ando muy corta de inspiración, ¡Gracias Abi por ayudarme a escribirlo!!

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The Big Four Apocalypcis [ORIGINAL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora