Capítulo 25.

215 7 2
                                    

¿A qué hora llegas aquí? Te puedo recoger si quieres.

El mensaje de Marco me alegró, un texista nos recogería en Madrid y nos llevaría a nuestro piso pero me apetecía más ir con Marco.

-Amanda, te importa que me recoja Marco?

-¿Me he perdido algo entre vosotros? Ayer te escuché hablando con él.

-Bueno, me ha dicho que ha dejado a Sandra.

Amanda me dio el visto bueno por lo que nada más aterrizar el avión la acompañé al taxi y luego me fui a la salida para esperar a Marco.

...

Llevo 15 minutos aquí parada, sentada en uno de los bancos del aeropuerto. Marco dijo que me avisaría cuando estuviera aquí y todavía no había recibido ningún mensaje.

Marco

Perdona peque se me ha hecho tarde pero ya estoy fuera.

Salí y efectivamente el Audi blanco estaba aparcado en el lugar que habíamos acordado anteriormente.

-Perdona, salí tarde del entrenamiento y calculé mal el tiempo. -Dijo rascándose la nuca nada más abrí la puerta.

-No pasa nada. -Dije sonriendo inclinándome para besarlo. Se sentía tan bien. Poder hacer esto después de tanto tiempo era increíble.

-¿Tienes hambre?

-Comí algo en el aeropuerto antes de despegar pero sí, tengo hambre.

-Pues vamos a ir a mi casa y te voy a hacer la comida. -Sonreí instantáneamente al escuchar esas palabras de su boca.

...

Al abrir la puerta Thor, el perro de Marco, nos recibió con alegría.

-Vete poniendo la mesa si quieres, de la comida me encargo yo. -Dijo guiñándome un ojo. Yo me reí temiéndome lo peor, Marco nunca ha sido buen cocinero.

Coloqué la mesa para dos personas y luego me adentré en la cocina.

-Me gustan los espaguetis pero no son ninguna obra de arte. -Dije abrazándolo por la espalda y viendo cómo cocía la pasta.

-Venga tira que esto ya está. -Dijo riendo.

Nos sentamos a comer tranquilamente. Esto era algo que solíamos hacer con 16 años por lo que recuerdos constantes venían a mí mente.

-Tranquila no hace falta fregar, pondré el lavavajillas. -Me dijo Marco al ver como metía los platos en el fregadero. Yo asentí y los metí donde él me indicó.

Un mismo destino. (Marco Asensio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora