Decidiendo viajar a otro país huyendo de su padre y sus extrañas exigencias, USA llega al otro lado del mundo buscando empleo. Convertido en psicólogo y buscando un apartamento donde vivir pronto encuentra a Ucrania quien se convertirá en su muy din...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Rusia no se atrevía a decir nada mientras su padre leía el periódico tomando algo de té. Habían pasado cerca de cuatro semanas desde aquella noche en el bar donde el primogénito de URSS había llorado y bebido hasta desmayarse. Las cosas en la oficina siguieron como si nada y curiosamente no hubo más que un caso por resolver, fue como si los criminales supieran que ambos no estaban de ánimos para ellos.
― ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que América trabaja con nosotros? ― Preguntó sin despegar la mirada de su lectura.
― Casi dos años. ― Rusia respondió.
― Es un excelente chico. ―Bajó el periódico y lo dejó sobre la mesa―. Las noticias no dejan de hablar bien de él y no puedo estar más de acuerdo.
Su hijo no le dijo nada de vuelta, así que alzó una ceja.
―Rusia.―Lo llamó con una seria voz―. ¿Por qué no me dijiste que América te gustaba?
― ¿Por qué piensas eso?―Se sentó en el sofá frente a el―. No lo quiero más que como un amigo.
― Rusia.― Lo volvió a llamar―. No soy tonto, he visto como lo miras.
― Pues estas viendo cosas equivocadas.
― Si le dices a Uzbekistán te podría ayudar.―Encendió un cigarro que terminó apagando poco después.
Rusia rio sin gracia alguna.
― Lo último que hará Uzbekistán es ayudarme
URSS encaró una ceja, intrigado.
― ¿Por qué dices eso? Sé que ellos se llevan bien.
― Se llevan más que bien. Papá, ― tomó una taza de té―. No has visto ciertas cosas que yo sí.
― ¿Cómo qué?― URSS le arrebató la taza para que lo volviera a ver.― Rusia.
― Cosas...solo cosas.
Viendo que su hijo no le respondería más preguntas, decidió cambiar de tema.
― El padre de América me llamó. ―Eso llamó la atención del ruso―. Me pidió saber sobre su estado...Y no está contento con que América trabaje en algo tan...riesgoso.
― Pero el último que está en riesgo es América.
― Solo me dijo que no lo deje encontrarse con su otro padre.
― Pero Kaz me dijo que el padre de Ame estaba muerto.―Miró con el ceño fruncido a su progenitor― ¿Kaz nos mintió?
― Es lo más probable.― Encendió otro cigarro para relajarse―No entiendo porque lo hizo.
― Si no conozco a su padre, ¿De qué lo protegeremos entonces?
― Tú deberás hacerte cargo de investigar eso, Rusia.
― Dudo mucho que quiera decirme algo.
― ¿Y eso?
― No lo sé...ha estado raro
― Rusia...el chico es raro.
El de cabellos claros rio, dándole la razón.
― Veré que puedo hacer.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ucrania estaba harto. El estadounidense frente a él estaba tirado sobre un sillón, con una manta encima, comiendo palomitas y viendo una serie. Aunque en realidad no la estaba viendo, pues su mirada está fija en otro lado y sus pensamientos en lo que había hecho semanas antes.
― Qué vergüenza.― Susurró.
No soportaba el hecho de haber llorado frente a alguien.
La relación entre él y Uzbekistán siguió como antes. No podía decir lo mismo con Rusia.
Estaba confundido.
― Ucrania. ―Le llamó.― Necesito un consejo para un amigo.
El ucraniano lo miró incrédulo, pero se sentó frente a él para escucharlo.
― Dime.
USA se colocó sobre sus rodillas para darle la cara.
― Digamos que...a mi amigo le gusta alguien...o creía que le gustaba...pero...luego llegó alguien más que lo hizo sentir extraño.
― ¿Extraño en qué sentido?― Ucrania dobló las rodillas frente a su pecho y se recargó en ellas.
― Como se sentía con el primero antes de darse cuenta que le gustaba.
― Entonces... ¿Le dejo de gustar quien le gustaba al inicio?
USA negó.― No lo sé...el primer chico siempre es muy atento conmi- con él, lo cuida y tiene detalles con él...pero aah no lo sé.
― América.―Ucrania se puso de pie―. Quizá deberías alejarte un tiempo de Uzbe y Rusia para aclarar tus sentimientos. ― Vio al mayor dispuesto a replicar que no era él de quien hablaba, pero lo calló.― Dijiste que querías visitar un pueblo de aquí cerca, ¿Cierto?... Te llevare ahí y descansaras de todo esto.
― Pero tú no puedes decidir cuándo falto al trabajo.
― No pero mi padre es el jefe, puedo pedírselo.
― Pero tú no le hablas a URSS.
― Bueno...puedo hacer excepciones por un amigo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
