Decidiendo viajar a otro país huyendo de su padre y sus extrañas exigencias, USA llega al otro lado del mundo buscando empleo. Convertido en psicólogo y buscando un apartamento donde vivir pronto encuentra a Ucrania quien se convertirá en su muy din...
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No tenía tiempo para una relación. Y parecía que Rusia tampoco estaba tan interesado en él como para tenerla. Días después de su cumpleaños volvió a salir con algunas chicas y chicos que si bien no duraban más que una noche seguía siendo igual de molesto.
La graduación de Ucrania se llevaría a cabo en unas semanas y esté estaba completamente emocionado. USA trató de sentirse feliz por su compañero de cuarto, pero simplemente no podía, en su mente solo estaba el hecho que Reino Unido sabia donde vivía. Un escalofrió lo recorrió al pensarlo.
Volviendo al pasado, el rubio llegó a Piahei con veintidós años, era muy joven y sin experiencia en la vida. Creía que sería fácil, cosa que pronto aprendió que no.
Creció como un niño al que le daban cualquier cosa que quisiera. Amaba a sus padres y sobre todo a Reino Unido. Le dolió saber que su ejemplo a seguir en realidad no era tan bueno.
Siempre fue una persona que tenía todo bajo control, así que cuando Uzbekistán se cruzó en su camino confundiendo sus sentimientos, no pudo evitar odiarse. No quería tener alguna clase de relación romántica. No se sentía cómodo con la idea. Ni siquiera sabía la razón del porqué, pero hasta cierto punto le asqueaba la idea. Quería creer que seguía siendo inmaduro.
Rusia le gustaba, eso era imposible de negar. Y era posible que él también le gustara al mayor, pero no lo suficiente como para que dejara esas aventuras de una noche.
No le molestaba. Hasta cierto punto agradecía eso.
Le dolería irse dejando a Ucrania, Uzbekistán y los recuerdos que hizo ahí, pero debía hacerlo. Tenía miedo. Miedo de Reino Unido. Miedo a que su padre dañara a sus seres queridos.
Durante su juventud jamás intentó hacerles nada malo a sus amigos de colegio...pero tampoco sabía que tan dañado estaba entonces.
Nunca leyó la carta que Francia le había enviado, y cuando finalmente lo hizo se pudo dar cuenta que seguía siendo el mismo amoroso padre de siempre. No lo estaba obligando a regresar a Xiay, pero si le pedía que se cuidara.
Pero tenía la duda ¿Por qué una carta? ¿Realmente Francia seguía detestando usar tecnología?
Sin embargo ya no podía seguir ahí, no pudo "salvar" a Reino Unido, así que se aseguraría que sus nuevos amigos estuvieron a salvo. Posiblemente era una decisión inmadura y apresurada, pero no se le ocurría nada más.
Tal vez luego se arrepentiría, pero ese día no era hoy.
Miró a Ucrania a su lado. No quería dejarlo. De todas las personas que conoció, el ucraniano era al que más le dolería dejar atrás.
― Iré contigo. ― El menor lo sacó de sus pensamientos ―. Si tú te vas yo también me voy. ― Le guiñó un ojo. USA rio entendiendo la referencia de la canción.
― No puedes ir conmigo.
― Si, iré. ― Se sentó en el suelo―. Ya sea con tu autorización o sin ella. ― Se puso de pie casi de un salto―. Tengo mucha elasticidad, puedo meterme en una maleta.
― No vas a ir conmigo y punto final.
― Voy a ir, te encontrare y me iré a vivir contigo.―USA levantó una ceja como retándolo―. Le pediré a Kazajistán que te investigué...además no entiendo porque regresas a Xiay...ósea si entiendo que tu padre pueda llegar a ser peligroso pero, ¿Por qué te vas a Xiay y no te quedas aquí?
― Todos en Xiay lo conocen, es imposible que pase desapercibido y se acerqué a mí así. Si me quedo sabrá que ustedes son especiales para mi...y no sé si les llegará a hacer algo por eso.― Lo encaró―. Y no voy a estar ahí para ver como juega con sus mentes.
― Entonces iré a Xiay contigo. Rusia no puede irse porque su trabajo está aquí pero yo si.― Le picó la frente al más alto―. Conozco tu plan, te iras y no nos volverás a hablar, y me niego a dejarte ir.― Se sentó a su lado y envolvió sus brazos y piernas en el cuerpo del rubio―. En el momento que decidiste ser mi compañero de cuarto estabas condenado.
― No recuerdo haber firmado un contrato que decía que debía soportarte y viajar contigo.
― Las letras pequeñas, América, debiste leer las letras pequeñas. Ahora estas condenado a vivir conmigo por siempre...por siempre...por siempre. ― Fingió un eco que finalmente logró hacer reír al mayor.
― Ucrania...
― Por siempre... por siempre... por siempre...
― Ucrania...
― Por siempre... por siempre... por siempre...
― Ok. ― Se puso de pie casi tirando a su amigo―. Está bien.
El menor lo miró con ilusión en los ojos ante la casi afirmativa del mayor.
― Tú te quedas aquí y yo me voy.― Sonrió y luego salió corriendo, oyendo a lo lejos los quejidos de Ucrania.
― Eso no era parte del trato, América, vuelve.
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El siguiente capitulo ya es el final peeeeero hay segunda temporada así que no se preocupen.
