Decidiendo viajar a otro país huyendo de su padre y sus extrañas exigencias, USA llega al otro lado del mundo buscando empleo. Convertido en psicólogo y buscando un apartamento donde vivir pronto encuentra a Ucrania quien se convertirá en su muy din...
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Ucrania siguió extraño los siguientes días. Incluso hubo una cena familiar a la que se negó a ir. Intentó preguntarle varias veces que era lo que estaba pasando, pero jamás le dio respuesta, así que dejó de insistir. Le dolía ver al chico de esa manera, pero nada podía hacer.
Ucrania fue su primer amigo al llegar a este país, lo admiraba demasiado.
Bielorrusia había preguntado por la extraña ausencia de su hermano menor. Entonces Uzbekistán le contó a USA algo curioso.
― Cuando eran niños, eran muy apegados. ―Le susurró.― Ucrania era un niño muy tímido y el único que lograba hacerlo salir de su habitación era Bielo, no se que pasó con exactitud...―lo arrastró hasta un sofá alejado de los demás―...Pero creo que tuvieron una pelea antes de que Bielo se fuera del país para estudiar.
― ¿Crees?
― Ucrania nunca habla de eso.―Llevo una copa de vino hasta su boca―. De hecho en esa época parecía muy deprimido, apenas y comía o salía de su cuarto...no se que sucedió pero creo que tiene que ver con la ida de Bielo.
Entonces a la mente del americano llegó el recuerdo de hace unos días del ucraniano. Y una extraña teoría comenzó a formarse en su mente. Quizá la persona de la que Ucrania se había enamorado era la actual novia de Bielorrusia y por eso la odiaba. También concordaban las fechas.
― Tal vez.
Se hizo un silencio entre los dos antes de que el menor se pusiera de pie.
― Necesito hablar contigo en otro lugar...con respecto a lo que paso esa vez en el hotel.
Uzbekistán abrió los ojos algo sorprendido, pero asintió y lo guio hasta el patio trasero bajo la atenta mirada de Rusia.
Estaba completamente vacío pero aún se lograban escuchar algunas voces del interior de la casa. Luciérnagas iluminaban el lugar mientras caminaban sobre el pequeño puente que cruzaba sobre el rio que había ahí. Se detuvieron admirando el paisaje nocturno.
― Sé que quizás es algo tarde para hablar de esto, pero creo que he logrado poner en orden mis sentimientos. ―El rubio inició―. Sé que habíamos acordado que solo era por esa noche...pero creo que nunca debió suceder y me disculpo por eso.
― No tienes por qué hacerlo. ―El uzbeko le dijo sin mirarlo―. También fue parte de mi culpa, no debí aceptar esa oferta...menos sabiendo que podía confundirte.
― ¿Tu sabias que me sentía atraído por...?
― No. ―Interrumpió―. Lo sospeche pero creí que era mi imaginación. Siento haberte confundido...sé que esa es la razón por la que te fuiste con Ucrania hace unas semanas... ¿Cómo estas ahora?
― Creo que estoy bien...él me atrae pero...no puedo considerarlo amor.
― Es un buen tipo...aunque demasiado estúpido, créeme, he vivido con él 25 años
