XVII

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Harry despertó con un dolor de cabeza muy fuerte. Agradeció a quien manejara la simulación en la que vivía por que fuera domingo, no tenía que ensayar y no tenía que hacer tareas domésticas, podía quedarse en cama todo el día y descansar.

El recuerdo de su sueño era uno muy borroso, algo sobre un hospital y tal vez era en el futuro, pero las cosas no se veían tan diferentes. Levantó su torso y recogió sus piernas, sentándose en el mismo lugar donde había dormido. Masajeo sus ojos con el borde de la palma de su mano y las paso por sus rizos color chocolate. Dirigió su mirada al espejo que había frente a él colgado del closet, tenía los ojos hinchados por el sueño y su cabello era un desastre.

Salió de la cama para lavarse los dientes con cuidado de no pisar a Niall que dormía junto a él o golpearse con el borde de las literas donde Liam dormía. 

Solo Liam, Zayn no estaba. 

Y ahora que caminaba por sobre un colchón vacío, tampoco Louis. 

Se dirigió al baño, pasando por la escalera con mucho cuidado, esperando poder escuchar algo por si los otros dos chicos estaban hablando abajo.

***

En la cocina, alejados lo más posible de la escalera, Zayn y Louis discutían sus ideas para los respectivos planes que tenían ese día, además de lo sucedido la mañana anterior.

Cuando el mayor despertó al moreno, este estuvo a punto de soltarse un golpe y decirle que se fuera a la mierda, pero no lo hizo, todo por las palabras que salieron disparadas de la boca de Louis en cuanto el pelinegro levantó el brazo. "Tengo que contarte algo".

Zayn no se consideraba romántico, ni mucho menos fan del romance. Todo eso no era para él. Pero podía admitir que el beso que su mejor amigo le estaba contando, le hizo emocionarse. Un beso bajo la lluvia es lo más cliché y dramático dentro de las comedias románticas, pero claro que lo tenía dentro de su lista de "Cosas por hacer antes de morir". Quizás algún día podría experimentarlo él mismo, y no por medio de las palabras cursis de Louis (y quizás con mejor música que la de Harry).

—Felicidades colega, por fin se te hizo. — Zayn le dio una palmada en la espalda y sonrió. Ambos tenían tazas de café para calentarse y terminar de despertar. —Ahora, ¿cuál es el siguiente paso?

—Quiero pedirle que sea mi novio. 

El pelinegro se atragantó con el café por la seguridad con la que el ojiazul había dicho lo último. No era una sorpresa que quisiera pedirle que fuera su novio, pero sí era rápido.

—Tienen como 1 mes ligando y solo han salido dos veces oficialmente, ¿seguro que quieres pedirle ya que sea tu novio? — le cuestionó después de casi ahogarse. El miedo al compromiso de Zayn había surgido, terminándolo de despertar más que el café que casi lo ahoga.

—Sí. — el inglés se encogió de hombros con una sonrisa. —Creo que es lo correcto y que me dirá que sí. — Zayn le dirigió una mirada preocupada. —No lo haría si no supiera que me dirá que sí. —El pelinegro negó con la cabeza como con sorpresa y asintió.

—De acuerdo, ¿cuándo quieres hacerlo?

—Creo que esta semana.

***

En la cima de la escalera, un ojiverde curioso se inclinaba sobre el último escalón intentando alcanzar algo de conversación, obteniendo puros susurros como respuesta. 

Finalmente, se dirigió al baño, donde a media cepillada de dientes se sonrojo por completo, recordando el beso que había compartido el día anterior con uno de los dos chicos que estaban abajo. 

If I Could Turn Back Time | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora