𝐄𝐋 𝐁𝐎𝐒𝐐𝐔𝐄

49 9 19
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


ALEX


Todo había cambiado, de repente no estábamos en la sala de artefactos, estaba sola, sin nadie a mi alrededor, solamente yo, tirada en un camino en medio del bosque, sin Aura, Allen o Ethan, solo yo, Alex.

La sombra de los árboles me permitía ver con claridad, mi último recuerdo fue que Aura se puso la corona, pero no la he vuelto a ver más.

Mi ropa había cambiado, llevaba un vestido monocolor marrón, se veía gastado, me cubría todo, y me sentaba como un guante.

Estaba tirada en medio del bosque y tenía una gran rama de árbol partiéndome la espalda, sin dudas lo que acababa de pasar era impresionante y aterrador, y sí.
Me encanta.

No tardé ni un solo minuto en darme cuenta de que no pertenecía a ese lugar, cierto que si me resultaba familiar y de haberlo visto antes, pero quitando eso, este no era mi sitio.

Mis dudas se aclararon en ese mismo instante.

Un carro de madera, bastante malgastado, se paró ante mí. No sabía qué estaba pasando, dónde estaba y cómo podía encontrar a mis amigos.

Un ataque de pánico se apoderó de mí.

Mi respiración se fue haciendo pequeña a cada segundo que pasaba. Todo daba vueltas, finalmente acabé viendo todo oscuro, efectivamente, me había desmayado.

Desperté en un carruaje, pero no como los de asientos de lujo, sino de madera, duros, y como no, lleno de mierda.

Al levantarme me di cuenta de que me había golpeado la cabeza, ya que notaba una fuerte punzada detrás de mis orejas. No salía sangre, pero dolía mucho.

Tardé un minuto en reaccionar a que yo no había llegado allí por mi propio pie y al segundo me puse erguida.

Decidí mirar quien conducía el carro, pero no logré ver mucho, salvo unos mechones de un extraño color de pelo.

—¿Quién eres?—me atreví a preguntar. Pero la extraña figura no parecía inmutarse.

—¡Oye, responde!— pero seguía sin obtener respuesta, como si mis palabras se ahogaran en el oscuro tono de su pelo. Sí, quedé fascinada con su color de pelo.

Dejé de preguntarle, pues no obtenía nada a cambio, mientras que poco a poco nos íbamos adentrando más en el bosque.

Me puse a pensar en cómo estarían los demás, estaba muy asustada por toda la situación, no sabía quién o que conducía el carro, y mucho menos dónde se dirigía.

—No puedo darte tal información—soltó la persona que conducía el carro. —Solo ten presente que estarás bien, no tienes muchas posibilidades de escaparse, así que tu única solución soy yo, te recomiendo descansar, te avisaré cuando lleguemos— añadió ella.

Su voz parecía de una chica joven, pero continuaba con mis dudas.

No soy de las que hace caso a la gente, pero dada la situación le hice caso a la chica y me dediqué a hacer nada. Mi mirada estaba clavada en la tela que cubría el carro y estaba más centrada en el sonido del bosque, el traqueteo de las ruedas sobre el camino, el sonido de los pájaros, el viento moviendo las hojas. Si supiera dónde estaba igual me quedaba a vivir, pero seguía alarmada.

En un simple minuto el sonido del bosque se transformó en gritos de hombres.

—Mierda— exclamó la voz.

Cada segundo que pasaba las voces se oían más cerca y más intensas.

—¡Princesa Joanne!— gritaban esos hombres, cuyos cuerpos cabalgaban hermosos caballos blancos y portaban duras armaduras de hierro.

Esas palabras me dejaron helada, todo parecía irreal, me quedé paralizada sin saber qué hacer.
—Ahora que ya sabes mi nombre, ayúdame con esos imbéciles— dijo, la ahora con nombre, princesa Joanne.
Al compás de esas palabras se quitó su capa negra.

Efectivamente, era una chica de pelo morado oscuro, parecía negro, no le veía la cara, pero era pálida, como si la luz del sol no la hubiera tocado el más mínimo trozo de piel. Era delgada, parecía joven, pero estaba muy decidida a escapar de lo que fuera.

—Ten, coge esto— dijo sacando un arco y un carcaj de su capa —Igual no tienes idea de como usarlo, pero intenta hacer algo.

—Pero no he disparado nunca, es la primera vez que cojo uno— le expliqué.

—Tu solo pruébalo, sin ti no sé que podría pasar— añadió.

Los hombres estaban cada vez más cerca, tenía miedo, ¿podría morir?

El carro seguía avanzando, los hombres también, y yo seguía inmóvil, quieta en medio del carro, con la vista clavada en esos 5 hombres.

Decidí coger una flecha del carcaj y apunté hacia ellos, me temblaban las manos, disparé, pero la flecha no tenía suficiente fuerza y acabó en el suelo.

Mi angustia y miedo fueron aumentando, y poco a poco iba perdiendo consciencia.

—¡Chica!— gritó Joanne —Viene un camino de piedras, ¡agárrate!

El carro empezó a tambalearse, y acabé en el suelo, no sin antes golpearme la cabeza.

***

—Tía Josephine, Tía Josephine...

—Ma chérie Alexandrine, ¿qué te pasa?
—Tengo un problema, me he peleado en la escuela, con Aura y Ethan.
—¿Qué ha pasado exactamente, Alexandrine?
—La señora Holloway me dijo cosas horrendas, entonces Aura y Ethan le dijeron cosas horrendas.
—Je pige, pero... ¿dónde está el problema Alexandrine?
—Que me merecía esas cosas horrendas, fallé en el ejercicio, era mi culpa y no tenían que defenderme, como siempre.
—¡Oh! Mon amour Alexandrine, cuando te vas a dar cuenta de que de los errores aprendemos.
—Ya pero...
—¡Shh! Je n'ai pas encore fini, escuchame muy atentamente, y recuerda mis palabras. Eres muy importante para ellos, Alexandrine, y siempre estarán allí para cuando los necesites, y seguramente no le han tomado importancia a vuestro enfado de hoy, mis amigas están hartas de mis historias sobre mis exmaridos, pero no hay nada que haría por aquellas que son mis amigas, ellos solo luchan por ti Alexandrine, ahora ve y habla con ellos, seguro que lo entenderán.
—Gracias tía Josephine.
—Lucha por ellos Alexandrine, lucha por ellos...


***

El carro seguía moviéndose, los hombres seguían gritando, efectivamente nada de lo que había pasado era un sueño.

Me sangraba la frente por la caída y no era poca la que salía.

Aún tenía el arco en la mano, y en ese momento recordé las palabras de la tía Jospehine.

Lucha por ellos.

No sabía dónde estaban mis amigos, si estaban bien, pero haría lo que fuera para encontrarlos.

Y me decidí, agarré el arco y apunté.

El tiempo se detuvo, como si el propio tiempo supiera que tenía que hacer eso, tenía que salvarnos, tenía que encontrarlos, tenía que luchar por ellos.

Disparé.

La flecha atravesó el viento y se dirigió justo en el ojo del primer hombre, que cayó al suelo.

Una sensación se formó en mi cuerpo, era adrenalina pura.

Seguí disparando, seguía disparando por ellos, por mis amigos.

Conseguí tumbar a dos hombres y herir a uno, finalmente se detuvieron.

—¡¿LO CONSEGUÍ!?— grité entusiasmada.

—¡Así se hace!— exclamó Joanne —A todo esto...— continuó

—Alex, me llamo Alex.

—Encantada Alex.

Era la primera vez que disparaba, la primera que mataba a alguien, al menos creo que murió, ese lugar era raro, extraño, se siente como casa, pero todo no cuadra.

Todo parecía muy antiguo, no perteneciente a este tiempo.

No pude evitar preguntar.

—¿Por qué te perseguían esos hombres?— pregunté a Joanne.
—Creo que no es algo que deberías conocer— contestó mientras seguía conduciendo el carro.

Me senté a su lado viendo el camino del bosque, el caballo, y al fondo lo que parecía una gran ciudad.

—¿Qué es eso? — pregunté.
—¿El qué?—
—Eso, esa ciudad—

—Por fin— soltó Joanne aliviada —Ese es nuestro destino.

—Scalbury.

.........................................................................

Espero que os guste el capitulo <3

Esta vez conoceréis un poco más a Alex, la mejor amiga de Aura.

TIME TRAVELERS  [En Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora