𝐄𝐒𝐏𝐈𝐑𝐀𝐋 𝐃𝐄 𝐒𝐎𝐌𝐁𝐑𝐀𝐒

8 4 3
                                    

La operación que cambiaría el destino de Aedar había sido nombrada "Operación Eclipse Solar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La operación que cambiaría el destino de Aedar había sido nombrada "Operación Eclipse Solar." El nombre evocaba una mezcla de oscuridad y luz en igual medida, simbolizando tanto la esperanza como el peligro. Y así nos sentíamos todos mientras nos sumergíamos en el arduo entrenamiento que había comenzado desde el amanecer.

Los días en Naidvar se habían vuelto una serie interminable de ejercicios militares y tácticas de combate. Cada mañana, me levantaba con los primeros rayos del sol, mi cuerpo aún adolorido del día anterior. A veces, cuando todos dormían, me quedaba mirando las estrellas, tratando de encontrar en ellas una pizca de la paz que tanto anhelaba.

Hoy, el entrenamiento se había vuelto particularmente intenso. Kyara, nuestra estricta instructora, nos había dividido en grupos y asignado diferentes tareas que debíamos completar bajo su atenta mirada. El sudor perlaba mi frente mientras intentaba mantenerme al ritmo de las órdenes rápidas y precisas de Kyara.

—¡Más rápido, Aura! ¡No te detengas! —gritó Kyara mientras yo intentaba escalar una pared de madera.

—¡Lo intento! —respondí entre jadeos, esforzándome por alcanzar la cima.

A lo lejos, podía ver a Ethan y Allen practicando con espadas. Ethan se movía con una gracia que nunca antes había visto en él, mientras Allen, con su postura robusta, lanzaba golpes precisos. Sus entrenamientos a menudo terminaban con una risa compartida o una broma.

—Ethan, te estás moviendo como si estuvieras bailando —se burló Allen, esquivando un golpe de su amigo.

—Es que soy un bailarín nato, Allen. Tú, en cambio, pareces una montaña intentando moverse —respondió Ethan, riendo.

El entrenamiento continuó durante horas hasta que finalmente Kyara nos permitió un descanso. Decidimos aprovechar la oportunidad para recuperar fuerzas y, como era habitual, nos separamos un poco para disfrutar de un momento de soledad. Allen se alejó del grupo, caminando hacia el borde del campamento, donde el bosque comenzaba a espesarse.

—Voy a buscar un poco de agua en el arroyo —dijo Allen, levantando una cantimplora vacía.

—No te alejes mucho —le advirtió Joanne.

—No te preocupes. Estaré de vuelta antes de que lo notes —respondió Allen, sonriendo.

Allen caminaba despreocupado, llenando su cantimplora en el arroyo, cuando de repente escuchó un crujido detrás de él. Giró rápidamente, pero no vio a nadie. Suavemente, se incorporó y miró a su alrededor.

—¿Hay alguien ahí? —preguntó Allen, con una mezcla de curiosidad y cautela.

Un elfo emergió de las sombras, mostrando solo una parte de su rostro. Sus ojos brillaban con una astucia inquietante.

—Hola, Allen —dijo él en un tono amigable—. Perdona si te asusté. Soy Silas, uno de los elfos de Naidvar. Ragnar me envió para hablar contigo sobre una misión especial.

TIME TRAVELERS  [En Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora