TIME TRAVELERS [En Español]

𝐈𝐍𝐓𝐑𝐈𝐆𝐀 𝐍𝐎𝐂𝐓𝐔𝐑𝐍𝐀

La luna brillaba sobre Naidvar, iluminando el refugio con una luz plateada que bañaba los árboles y las cabañas con un brillo etéreo. La noche era tranquila, pero había algo en el aire que me hacía sentir inquieta. Tal vez era el hecho de que Joanne había estado ausente durante varios días, o el entrenamiento militar cada vez más exigente que nos estaba desgastando física y emocionalmente. Sea lo que fuere, había algo en el ambiente que no dejaba que mis pensamientos se calmaran.

Me levanté de mi cama, asegurándome de no despertar a los demás. Ethan y Allen dormían profundamente, y Alex roncaba suavemente en su rincón. Salí sigilosamente de la cabaña y comencé a caminar por el sendero que conducía al corazón del refugio. La brisa nocturna era fresca y llevaba consigo el aroma de las hojas y la humedad del bosque.

Mientras caminaba, escuché voces apagadas a lo lejos. Me detuve, intentando discernir de dónde provenían. Las voces eran suaves, pero el tono indicaba que la conversación era seria. Decidí acercarme con cuidado, manteniéndome entre las sombras para no ser vista.

Al llegar a un claro pequeño, me escondí detrás de un árbol y vi a Eckerley y Ragnar hablando con Joanne. Mi corazón dio un vuelco al ver a mi amiga, y me preocupó que estuviera envuelta en algo peligroso.

—Debemos actuar con cautela —dijo Eckerley, con voz baja pero firme—. Los Caballeros del Alba están incrementando su actividad. Si descubren nuestro refugio, todos estaremos en peligro.

Ragnar asintió, su expresión era tan dura como siempre. —Es por eso que necesitamos información, y Joanne puede proporcionárnosla. Ella conoce el castillo por dentro y por fuera.

Joanne miraba a ambos hombres con seriedad. —Haré lo que pueda, pero si descubren que estoy ayudando a los elfos, mi padre no dudará en matarme —dijo con preocupación.

—Lo sabemos, Joanne, y por eso debemos ser muy cuidadosos —dijo Eckerley—. Pero necesitas saber que no estás sola. Te protegeremos.

Ragnar asintió. —Nos aseguraremos de que nadie descubra tu identidad. Para todos los demás, eres solo una chica más que llegó aquí buscando refugio. No podemos arriesgar que tu padre lo descubra.

Me quedé escuchando, sin atreverme a moverme por miedo a ser descubierta. No podía creer lo que estaba oyendo. ¿Joanne estaba ayudando a los elfos a espiar a su propio padre? Esto era mucho más grave de lo que imaginaba.

De repente, un crujido proveniente de detrás de mí me hizo girar rápidamente. Un pequeño conejo había pisado una rama seca, pero el sonido fue suficiente para alertar a Eckerley, quien miró en mi dirección con ojos penetrantes.

—¿Quién está ahí? —preguntó, con voz fría.

Mi corazón latió con fuerza, pero mantuve la calma. Salí de las sombras, intentando parecer tranquila. —Soy yo, Aura —dije con una sonrisa forzada—. Solo estaba dando un paseo. No quería molestar.