S̺͆ • I̺͆ • E̺͆• T̺͆ • E̺͆

493 52 17
                                    

___________COMENCEMOS___________

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

___________COMENCEMOS___________

Olimpo, un día antes de la llegada de Joaquin:


Niko camino con cautela. Buscando que sus pasos no sonaran demasiado por el pasillo. Literalmente había entrado de contrabando, así que no necesitaba que alguien lo descubriera.

Volteando su rostro hacia atrás, se aseguró de que nadie viniera detrás de él. Y continúo caminando. Siempre pendiente de no hace hasta el más mínimo ruido.

El haber entrado a la biblioteca de registros de vida del Olimpo, tendría que ser la cosa más difícil que había hecho a lo largo de su vida. Ni siquiera recordaba del todo como es que accedió a ella, pero lo importante es que ya se encontraba dentro.
Encontrando la habitación que quería, Niko empujóo la puerta, deseando con todas sus fuerzas que esta estuviera abierta, tal y como le habían dicho horas a otras.

Suspirando con gratitud, Niko sonrió demasiado alegre cuando se dio cuenta de que la puerta se había abierto de par en par con el empujón que le dió.

Siendo rápido, el rubio ingresó a la habitación. Un jadeo de sorpresa se desprendió de su boca, cuando observó lo enorme que era dicho lugar. Lleno de libros antiguos, pergaminos y algunos folders atiborrados de hojas sueltas.
Golpeando su mentón con dos de sus dedos, Niko miro todo a su alrededor, no tenía ni idea de por dónde comenzar. Pero quizás lo mejor era hacerlo ahora o nunca. Tenía poco tiempo antes de que el guardián de los recuerdos y destinos regresará a su puesto en la biblioteca.

El rubio sabía que nadie podía meterse a la biblioteca. Solo el guardián lo tenía permitido. Todo en medida de que nadie ingresara a querer cambiar su destino o descubrir los secretos que encerraba la vida de algún habitante del Olimpo.

Dando un suspiro pesado el ojiverde se encamino hacia el escritorio que se encontraba en una esquina del lugar. Inspecciono con lentitud cada uno de los papeles y pergaminos que se encontraban regados sobre de él. Hizo una mueca de impaciencia, cuando vió que no encontraba nada.
Volvió su mirada hacia el resto de la biblioteca intentando encontrar una pista de lo que buscaba.

-Mierda si-murmuro con gratitud. Cuando pudo observar un pequeño espejo de agua. Una sonrisa adorno sus labios cuando se dió cuenta de que en el espejo podía consultar en qué lugar se encontraba los archivos que buscaba con desespero.

Caminando con rapidez, atravesó lo ancho de la biblioteca hasta que llego a donde se encontraba el espejo de agua.

-Ok, muy bien... veamos- susurró.
Concentrándose y diciendo una plegaria a los dioses, el ojiverde susurro el nombre de Deméter y Joaquin hacia el espejo de agua.
E inmediatamente en el aparecieron los archivos que tanto buscaba. Jadeo con alegría y pidió que se le mostrara en donde se encontraban.
Rodo sus ojos cuando vió que los archivos se encontraban cerca del escritorio del guardián. Por supuesto que Deméter querría un lugar privilegiado. Bufo. Agitando su mano sobre el espejo de agua, el ojiverde borro la evidencia de su búsqueda.
Dándose la vuelta, Niko camino hacia el lugar en donde se encontraban los archivos. Busco con detenimiento hasta que vió el folder dorado y verde sobresaliendo del resto.

Mordiendo su labio, tomo ambos archivos y los escondió dentro de un bolso de cuero que llevaba consigo.
Volviendo sus pasos hacia la puerta principal, abrió esta con cautela y se fijó si venia alguien. Cuando no vió a nadie cerca de ahí, salió de la biblioteca y cerró la entrada a esta, dejando todo como había estado anteriormente.

Camino de forma apresurada por el pasillo, siempre pendiente de que nadie le viera, y saliendo del inmueble por una esquina se recargo de la pared. Respiro intentando calmar a su acelerado corazón y cerrando los ojos convoco su habitación en su mente. Cuando abrió estos de nuevo, se encontraba dentro de sus aposentos.
Dando un suspiro, sonrió. Tenía los archivos, ahora solo quedaba leer que era lo que la diosa ocultaba y porque su odio hacia Emilio.

Inferno's Garden || EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora