Dean miraba películas felizmente. Estaba relajado en su cama con un plato lleno de frituras y a su lado, en su mesa de madera, había una cerveza que estaba ya a la mitad.
Nunca se había sentido más tranquilo que en ese momento.
Sin embargo, de momentos, su mente se iba hacia la despedida tan poco alegre que tuvo con John cuando él y Mary se regresaron a su casa.
Entendía bien a su padre. Él al menos tuvo a Sam junto a él... Pero John estuvo sólo en la mayor parte de su camino, rastreando a Ojos Amarillos con tal de vengar a Mary, aprendiendo por sí sólo de los monstruos. Dean no duda en que su padre, a la vez, perdió a muchos amigos; mientras él iba criando a Sam, hospedados en uno que otro motel.
Hubo muchas veces en las que en serio necesitaron una señal de esperanza...o al menos él la necesitó. Sólo vivía sumergido en su soledad y en criar a Sammy; y conforme fue creciendo, el alcohol, las cacerías, las mujeres y el sexo.
No habría creído en los ángeles nunca de no ser porque Cass apareció en su vida y siempre lograba ayudarlos a él y a Sam.Pensar en que Cass siempre lo ayudaba, lo lleva a recordar todas esas veces que el azabache murió o estuvo a punto de morir sólo por él. Por alguna razón, eso hace que las mejillas de Dean se pongan rojas y, nuevamente, cientos de preguntas se formulan en su mente.
En serio le gustaría saber cuál o cuándo se dio ese punto exacto en el que, en ese entonces, el ángel se enamoró de él.
Tenía diferentes momentos significativos en mente: Cuando se reveló, en el proceso de la revelación, cuando Cass se volvió humano, cuando estuvieron en el purgatorio por primera vez.
Era difícil para él saberlo.Dean mejor deja de pensar en eso, cerrando sus ojos por un momento y luego sigue viendo la tele, despreocupandose de esos temas.
(...)
¿Y Cass? Bueno, el arcángel, por su parte, estaba destrozado en su oficina.
El pobre no dejaba de pensar en que Dean estaba en una cita con Jo, y eso lo tenía realmente triste, ni siquiera tenía ganas de trabajar.
Él ahora era un arcángel, ahora vivía otra vida gracias a Jack...pero seguía siendo el mismo de siempre. Un ser celestial capaz de sentir emociones y sentimientos...
¿Y todo por culpa de quién?... De un humano. Dean Winchester.De la nada, la puerta de su oficina se abre, sobresaltandolo, haciendo que el azabache cierre sus ojos y se limpie las lágrimas, que corrían por sus mejillas.
—Oye, Casti-...—Benjamín no termina de hablar debido a que nota cómo Cass se limpia la cara con sus manos, lo que lo desconcierta—¿Qué sucede?...—se acerca, tomando con ambas manos unos papeles que tenía en su mano izquierda—¿Estabas...?—entre cierra sus ojos—¿Esas son lágrimas?—pregunta.
Para Benjamín, era raro ver a un ángel llorar. No era normal.
—Estoy bien—saca unos papeles de su escritorio, para disimular.
—No, no lo estás—niega con su cabeza el pelinegro, serio.—¿Es por ese humano? ¿El Winchester?—pregunta el subordinado.
—No—desvía su mirada.
—Castiel.—lo mira con ojos de cachorro—Te conozco desde que naciste—se acerca más al escritorio, quedando frente a Cass—y soy tu amigo. ¿Hay algo que pueda hacer para animarte?—pregunta algo preocupado. Cass deja los papeles de lado y niega con su cabeza.—¿Tú sientes algo por él, no?—pregunta.
Cass lo mira de a poco...respondiendo con la mirada, haciendo a Ben asentir lentamente, asimilandolo—Pero él gusta de alguien más y...—baja su cabeza—Está teniendo una cita con ella ahora...
Benjamín hace una mueca y deja los papeles que sostenía a un lado en el escritorio de Cass.
—¿Qué te parece si damos una vuelta en la tierra?—le pregunta, haciendo que el lindo amante de las abejas lo mire—Yo no entiendo bien a los humanos, pero veo que tú sí así que...—se encoge de hombros—Tal vez tú podrías enseñarme, y así, de paso—mira el escritorio, jugando con la orilla de unas hojas de papel—enseñarme un poco de cómo son las cosas allí. Para—lo mira—que me sea más fácil ayudarte con todo esto y con el resto de los ángeles—le comparte una sonrisa empática.
Cass sonríe con agradecimiento y ojos de cachorrito.
Y así, ambos se escapan un momento del trabajo para dar una vuelta en la tierra.
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Finalmente despertaba. Pasaba de medio día y el "niño bonito" al fin se removía en su cama aún sin decidirse a levantarse. Toma su celular de su mesita de noche y lo enciende, mientras se talla un ojo y luego el otro.Tenía mensajes de John, los cuales, no tardan en ser revisados y leídos por los hermosos ojos de Dean.
Para resumir, John le decía que Mary había hablado con él acerca de Cass, que aunque seguía sin confiar mucho en él, al menos lo toleraría por ser amigo de Sam y de él.<<Eso era todo lo que tenías que hacer ayer>>piensa Dean con algo de molestia.
El ex cazador sólo le responde: Está bien.
Una respuesta un tanto fría, pero al hombre no le importaba, seguía molesto con su padre por cómo había tratado a Cass ayer.Su mente pasa de pensar en aquel mal rato que se dio gracias a John, y que Bobby ayudó a suavizar; a uno incluso mucho, mucho, pero MUCHO más desagradable para él: La imagen de aquél ángel de nombre Benjamín se aparece en su campo de visión interna.
Curiosamente, la cara y los ojos verdes de Dean se oscurecen lentamente, viendo a un punto ciego en la pared, al cuestionarse si Cass tuvo algo con aquel.Pero no era posible, ¿verdad? Cass no se interesaba por nada ni por nadie mucho antes de conocerlo a él. Es decir, él mismo se lo dijo en su confesión.
El problema, es que Cass realmente se preocupaba por sus compañeros celestiales...No le gustaba.
No le gustaba esa idea. Lo hacía sentir tan enojado. Sentía su sangre arder por debajo de su piel.
Estaba tan acostumbrado a tener la atención de Cass por completo que a veces olvidaba que incluso el ex ángel tenía sus propios conocidos...Tal vez Cass lo malcrió demasiado...
Ni siquiera sabía el por qué se sentía así. Su corazón se comprimía y ardía cada que se imaginaba a Cass con alguien más.
Unos golpes en la puerta hicieron que Dean pegara un brinquito en su mismo lugar, parpadeando unas cuantas veces pero sin dejar su ceño fruncido. Sam entra, lo que hace que Dean relaje su expresión.
—Ah... Voy a salir con Eileen. Haremos ejercicio—le avisa el alce bonito. Usaba ropas de ejercicio y no estaba más allá del marco de la puerta, sujetando la perilla.
—Ah, s-si.—es lo único que dice, removiendose en su lugar buscando algo que ni él sabía de qué se trataba.
Sammy esperaba un mal chiste de doble sentido, pero mejor ni le pregunta nada y mejor se va, ansioso por encontrarse a su amada.
Al ver que Sam se había marchado, el de cabellos claros se cuestiona una y otra vez sobre qué carajos quiso decir su subconsciente cuando pensó en que no le gustaba ver a Cass con nadie más; eso ya había pasado antes: Meg, Abril, y seguramente hubieron más... O no.
—Al diablo—se dice a sí mismo y mejor se levanta de su cama y se va a hacer su desayuno.
Puso música y se puso a cantar para no escuchar sus pensamientos.
No quería sentirse incómodo con el tema para que su amistad con Cass no se viera afectada, así que lo mejor es olvidarlo.¿Verdad?.
***
BUENAS BUENAAAAAAS.Perdón por tardarme, luego del descanso que me tomé, llegó la escuela y pues...
Espero que les haya gustado el cap, aunque sé que fue muy poco. Se los compensaré, sólo pido que me tengan paciencia.
BIENVENIDOS A LOS NUEVOS LECTORES DEL FANFIC 💞💞💞💞💞💞
Nos leemos luego.
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¿Qué pasaría si...?
Fanfiction-Así que... ¿Jack hizo todo esto?-preguntó el recién llegado barriendo su mirada por toda la vegetación frente a él. El viejo pero querido Bobby, quien sostenía una cerveza en mano, miró a Dean por un momento y luego hacia la vegetación del lugar...