Comenzando la revolución.

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[Al día siguiente en la prisión]

Jasir, Salvia, Morati y Karlos habían sido enviados a unos trabajos mucho más pesados en lo más profundo de la prisión. Ellos estaban encadenados y con poca movilidad, los 4 mantis solo se pusieron a picar carbón de las paredes subterráneas de la caverna en la que estaban.

Mientras eran vigilados por unos guardias, así que no podían hablar, ya que esto estaba prohibido de hacer en medio de un trabajo, por lo cual ellos tenían que esperar a que se fueran los guardias que los estaban vigilando.

Pero de vez en cuando se daban unas miradas sutiles entre ellos, como una forma de comunicación silenciosa, ya que entre los 4 estaban esperando que ocurriera el cambio de guardias para poder hablar y actuar. Era solo esperar a que un reloj de arena algo grande, quede vacío de un lado para que de esta forma ellos puedan efectuar su plan.

Una vez el último grano de arena cayó, los guardias que estaban vigilando se retiraron, ya que era su momento de irse. En este corto periodo de tiempo, los 4 se quedaban sin vigilantes, por lo cual ellos al ver que ya no había nadie a la vista y que no se escuchaba nada, dejaron sus picos no sin antes romper sus cadenas y poner en marcha su escape de prisión.

—Bien, es hora, andando síganme, él amigo que nos visitó en la mañana no  tarda en llegar— Dijo Karlos mientras se iba por delante de los Lords, guiaría el camino hasta su contacto.

Jasir, Salvia y Morati solo lo siguieron de cerca, esperando que todo pueda salir como se esperaba.  Así que solo siguieron al guerrero con tal de salir de aquí.

[Horas más temprano]

[Al alba]

Todos en la celda iban despertando uno por uno, siendo el primero en hacerlo, el guerrero mantis que estaba algo herido por la pelea del día pasado este se acercó a la puerta con cautela y mucho silencio, y se quedó ahí un par de segundos esperando algo o alguien.

Esto llamo la atención de los demás, ya que pese a preguntar este no dijo nada y se quedó como estatua al lado de la puerta, esperando pacientemente.

Al poco tiempo alguien llegaría hasta la celda, el guerrero macho en esos momentos tocó la puerta dos veces, así que la rejilla por la que les pasaban comida se abrió, y él echo las llaves que robo por ahí, después esta rejilla se cerró y el sonido de las llaves tintineando del otro lado pusieron a los Lords en alerta, sin embargo el guerrero mantis los tranquilizó.

—Hey, descuiden, es un contacto mío, no hay nada que temer— Dijo Karlos a la vez que volteaba a ver a los Lords.

De forma casi inmediata, la puerta se abrió revelando a una cucaracha la cual miro al guerrero.

—Ya está todo listo, solo espero que no hagan chequeo hoy— Dijo el macho cucaracha, que notaba hasta ahora a los Lords. —¿Ellos están contigo?

—Sí, lo están—

—Bueno, entonces veré como me las arreglo para sacarlos a los cuatro de aquí. Ya que el plan era sacarte solo a ti— Dijo el macho cucaracha un poco enojado.

—Todos los planes tienden a última hora. Así que vete acostumbrando a eso.

El macho cucaracha solo gruño más molesto, para después ir cerrando la puerta no sin antes decir unas últimas palabras al guerrero y sus nuevos acompañantes.

Hollow Knight: La Historia de Karu [Remasterizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora