Cap 3

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A partir de aquí, ya es para adultos.

Algunos capítulos "tiene escenas fuertes", os recomiendo que si eres menor de edad, no los leáis, pero si queréis, allá vosotros.
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<A las 10:00 de la noche todo está preparado.>

La gente habla entre ellos, y Emma esperando a sus amigas, que no llegaban.

Se dirigió a su hermano. - ¿Steb, sabes el por qué tardan tanto?.

Steb.- Mira, por hablar. _ Hace un pequeño pero minucioso gesto hacia la entrada, haciendo que su hermana se voltee.

Sonrió de lado y se fue en dicha dirección.

Emma.- Chicas, ¿por qué la tardanza?.

Clare.- Es que ella, _ Señaló a Mariam. - no sabía qué ponerse...

Mariam.- Oye. ¡Que la ropa que tengo está pasada de moda y quiero estar bella!. _ Se cruzó de brazos haciendo un puchero.

Sophi.- Pero mujer, ¡si tienes ropa por un tubo, y encima dices que no tienes nada que ponerte!. _ Se quejó poniendo las manos en forma de jarra.

Todas rieron estrepitosamente.

Ken.- Chicas... Será mejor que bajéis el volumen.

Emma se giró. - ¡OH! No sabía que estabas aquí.

Mariam.- Emma, ¿quién es este bombón?. _ Parpadeó seductora.

Emma.- Esto... él... yo... _ Se trabó, no sabía qué decirles.

Por lo que Ken, tomó la palabra.- Hola, me llamo Ken, y soy su novio. - Sonrió.

Ellas se voltearon a verla.- ¿Es enserio?. _ Dijeron al unísono sorprendidas.

Emma.- No. Es sólo un amigo. _ Contestó un poco molesta por las palabras del chico.

Ken frunció un poco el ceño molesto.

Sophi.- Qué pena, porque hacéis una bonita pareja.

Steb tosió a su lado. - Ken, no sabía que vendrías. _ Sonrió falsamente mientras lo fulminaba con la mirada.

Las chicas no lo notaron, pero el nombrado sí.

Ken.- Tranquilo. ¿Cómo no iba a venir si ella en un futuro estará conmigo aunque tú y tu padre no quieran?. _ Lo amenazó. - Y si alguno de vosotros se interpone en mi camino y mis planes, lo lamentaréis.

Steb.- No tienes derecho a decir eso. _ Le rechinaron los dientes.

Ken.- Claro que sí amigo, porque yo, Ken Máximus Sten, soy el príncipe de los demonios y el mismísimo hijo de Lucifer, Rey de los Demonios.

Todos lo miraron estupefactos y asustados a la vez.

Emma.- No lo sabía Ken, no me dijiste nada. Pero si eso es verdad, eso significa que si me reclamas, estoy libre al fin. Espero que suceda, si no es mucho pedir. _ Sonrió con timidez.

Steb.- ¿¡QUÉÉÉ, ABANDONARÍAS A TU FAMILIA POR ÉL!?. _ Estaba más que molesto.

Emma lo fulminó con la mirada. - Sí. ¿Por qué no?.
Después de todo, vosotros no sois mi familia.

Steb se enfureció, la agarró de la muñeca y se la llevó a rastras a su habitación.
La tiró a la cama, le arrancó las prendas, mientras ella gritaba y pataleaba para alejarlo.

Él (2º Ella)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora