Él (2º Ella)

Cap 11

[Zero]

Ahí me encontraba yo, escondido tras la puerta de la habitación mientras veía toda aquella escena de la niña.

No sabía qué es lo que le pasaba ni quería saberlo.

Al comprobar que no se largaría gracias a la repentina depresión que tiene, me fui al despacho.
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Una vez encerrado ahí, me puse a pensar qué es lo que haría con la niña esa y con el bastardo de Ken.

Una cosa sí sabía, debía separarlos como sea y debía vigilar a la asquerosa felino, que por desgracia era mi mate.

Llamé a Connor por teléfono.
- Habla Connor. ¿Qué se te ofrece hermano?.

Zero.- Déjate de jilipolleces. Quiero que investigues a alguien.

Connor.- Dime pues. _ Lo oía reír bajo tras el aparato y bufé.

Zero.- Emma Vartolomé Stones y a su familia. Quiero todo su árbol genealógico.

Connor.- Está bien hermano, en una semana...

Zero.- Espera que no he terminado idiota. También quiero que investigues a dos personas más: Ken Máximus Sten y Lorena Mix Tein.

Connor.- Zero... ¿Sabes acaso lo que me estás pidiendo al querer investigar a esos dos locos?. Como alguien se entere...

Zero.- Por eso te iba a pedir que lo mantuvieras en secreto, pero si es necesario, pregunta por ahí o yo qué sé.

Connor.- Sabes que estoy poniendo mi vida en peligro al investigar sobre esos dos... ¿no?.

Zero.- Deja de lloriquear y ponte a ello. Sabes que si supiera que eres un inútil, no te lo pediría ¿no?.

Connor.- Si, pero...

Zero.- Connor, sé que eres el indicado para esta misión... No es una petición ni un favor como amigos, es una orden directa. Y ten en cuenta que nadie debe saber de esto. ¿Si?.

Connor.- Bien hermano, pero déjame un poco más de tiempo.

Zero.- Claro amigo, ten el tiempo que quieras, pero eso sí, no tardes por favor y mantente ileso.

Connor.- Gracias.

Cortamos la llamada y volví a ponerme a pensar mientras revisaba unos papeleos en los cuales otras manadas pedía permiso para unirse a la mía. Los revisé minuciosamente.

Estaba tan concentrado que ni me di cuenta que eran las ocho de la tarde.
Lo dejé todo y dispuse a ir a mi habitación.
En ella se encontraba Emma y decidí buscarle otra habitación más considerable.

Me pareció muy raro no olerla ni oírla en el ambiente.

Abrí la puerta de mi habitación y no la encontré ahí.
Me fui a la puerta que conectaba a otra habitación y nada, no estaba.
Volví a mi habitación a corroborar su presencia, pero nada y volví a concentrarme más para buscarla por el olor y sentirla a los alrededores.

De repente me viene aire proveniente de la ventana entreabierta junto con chasquidos y una respiración agitada a lo lejos y profundo del bosque.

Salgo al balcón y rujo fuertemente mientras maldigo para que me oyera.
- ¡JODIDO FELINO DE TU MADRE!. ¡CORRE LO MÁS QUE PUEDAS Y ESCÓNDETE LO MEJOR QUE TE SEA POSIBLE, PORQUE COMO TE ENCUENTRE JURO QUE TE ARREPENTIRÁS!.

Una vez terminado mi acto, me dispongo a perseguirla en mi forma lobuna.
Estaba totalmente encabritado y no sabía el por qué.