Cap 1

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Era una noche fría y húmeda, no había nadie por las calles de Stanford.

Emma caminaba sin temor por las calles, sin saber que alguien la observaba entre las sombras.

Llevaba una bolsa llena de carne cruda y sangre para su padre y su hermano.

Vio una sombra que se acercaba por detrás, ella empezó a correr hasta su casa; pero la sombra era más rápida que ella.

La hizo girarse para mirarla y poder verla.

El chico era alto, rubio, ojos verde-hierba, tez blanca, vestía un traje y mocasines negros para ocultarse en la oscuridad y al parecer su rostro lucía serio.

Emma se quedó un rato mirando esos ojos que la quemaban por dentro.

Ken.- ¿A dónde vas?.

Emma.- Yo... _ Contestó tímida y con la cabeza gacha, mostrando sumisión.

Ken.- ¿Sabes que no se puede andar durante la noche?.

Ella alzó la mirada, el muchacho la miraba molesto.

Emma.- Emmm. Sí, lo sabía.

Ken.- ¿Dónde vives?.

Emma.- ¿Qué?.

Ken.- Quisiera hablar con tus padres.

Ella suspira bajando otra vez la cabeza.

Emma.- Está bien. _ Vuelve a alzar la cabeza para mirarle y le hace un gesto para que la siga. - Ven, es por aquí.

Ken.- ¿Cómo te llamas?.

Emma.- Emma; ¿y tú?. _ Ladeó la cabeza como un pajarito.

Ken.- Me llamo Ken. _ Sonríe.

Ambos se dirigieron a la casa de la chica acompañados de un incómodo silencio.

En cuanto esta introdujo un pie dentro, salieron su padre y su hermano al encuentro, se plantaron delante de ella de mal humor.

Juan.- ¡Oye niña... ¡¿DÓNDE COJONES TE METISTE?!. _ Le gritó.

Emma bajó la mirada, ya que a ambos no les gustaba que les mirara directamente a los ojos.

Emma.- Tuve algunos problemas.

Steb.- ¿Quién es ese?. _ Señaló a sus espaldas.

Juan alzó la mirada para verlo. Sonrió con falsedad, levantó los brazos mientras iba hacia él para recibirlo.

Juan.- ¡Hombre!, "mi viejo amigo Ken". _ Dijo.
- ¿Qué te trae por aquí?.

El nombrado pasó la vista de Emma que seguía cabizbaja y temblando, a Juan que esperaba por una respuesta y viceversa.

Ken.- No he venido para recibir saludos ni palabras de cortesía.

A Juan se le fue la sonrisa del rostro, bajó las manos y le preguntó gruñendo.

Juan.- ¿Entonces, a qué has venido?. _ Dijo mirando a su hija intuyendo lo que "su amigo" venía a decir.

Ken.- Sabes perfectamente que no se puede salir de noche por las calles. ¿Verdad?.

Juan se giró hacia su hijo mayor.

Juan.- Steb, llévate a Emma. ¿Quieres?.

El muchacho se disponía a llevarse a su hermana de ahí.

Él (2º Ella)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora