Cap 10

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[Emma]

No entendía nada de lo sucedido.

Miro a mi alrededor atemorizada para luego ver las charolas y el desastre del edredón.

Emma.- ¿Pero cómo piensa que lo limpie?.

Miro hacia el baño e intento levantarme, pero la maldita esposa impide mi cometido.

Exasperada cojo el cuchillo y empiezo a hacer palanca para ver si así consigo librar mi mano de una vez.

No se cuánto pasó, pero de pronto oigo un "click" que me hace ver que por fin soy libre de moverme por la habitación a buscar algo con qué limpiar eso del edredón.

Me dirijo al baño.
Me limpio la cara, la boca y hago mis necesidades.
- Ufff pero qué alivio... _ Suspiro con los ojos cerrados.

Una vez terminado, cojo el rollo del papel higiénico y me dirijo de nuevo a la cama.

Como puedo cojo todo el desastre con el papel para luego hacerlo bola y dejarlo en el plato.
Terminé y me fijé que aún estaba manchado y vuelvo al baño para mojar el papel restante y volver a hacer lo mismo mientras frotaba hasta dejarlo impoluto.

Una vez contenta con mi trabajo, veo las charolas y pienso en lo que haré.

Decido dejar el puré y comerme sólo el pollo y las patatas quitando como puedo con el cuchillo el tomate.
Durante este proceso, me río sin saber por qué.

Una vez terminado de comer, vuelvo al baño para tirar las bolas de papel por el contenedor del baño.

Miro al rededor de la habitación por segunda vez una vez me senté en la cama hasta que el ardor de mi muñeca me llama.
Miro por la camarera hasta toparme con el maletín rectangular y lo abro para ver.
Me encuentro un paquete de gasas, vetadine, alcohol, tiritas, pomadas y unas tijeras.
Como puedo cubro la muñeca con una gasa impregnado en vetadine, para luego untarme el cuerpo con el vetadine para desinfectarme las heridas.

Cuando lo voy a devolver a su sitio, me doy cuenta de una pequeña pastilla, la cojo y la miró con detenimiento y curiosidad.

- ¡ZEEEEEERRRRROOOOOO!. _ Grito a todo pulmón.

La puerta se abre de golpe provocando que dé un pequeño respingo en el sitio.

Zero.- ¿¡PERO QUÉ MALDITAS QUIERES AHORA!?. _ Vocifera tras pegar un portazo para cerrar tras de sí.

Emma.- ¿Qué es esto?. _ Sigo mirando aquella extraña cosita de entre mis dedos.
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[Autora]

El chico la miró atentamente. - ¿Cómo?.

Emma.- ¿Cómo qué?. ¿Cómo es que llegaste tan rápido?. _ Se sobó la barbilla pensativa. - Eso me pregunto yo también...

Zero se la acercó a grandes zancadas, la cogió de las muñecas y la zarandeó.
- ¿Cómo narices te has desatado?. _ Intentó no sonar brusco, pero fue imposible.

Ella se zafó de su agarre y fue enumerando con sus dedos. - Me lo quité con el cuchillo de la comida; me he comido el pollo con patatas y he dejado el tomate y las espinacas; he limpiado el vómito con papel higiénico; he ido al lavabo a hacer mis cosas y ahora... _ alzó la pastilla enfrente de sus narices. - Quería preguntarte el para qué esto.

Zero se quedó sin habla por lo que le contaba.
No sabía que ella se llegara a soltar y menos aún, el haberle obedecido y no escaparse.
- Anticonceptiva.

Emma.- ¿Qué?. _ Ladeó la cabeza desconcertada.

Zero.- Es una pastilla anti-bebés.
Tómatela ya que no quiero un cachorro tuyo. _ Gruñó antes de volver a salir por la puerta.

Emma se quedó mirando aquella cosa que sostenía sin entender nada y se la tomó sin mucha importancia.
- Da igual que me la tomé o no, ya que no me va a matar... ¿no?. _ Susurró.

Ella nunca había oído hablar de esas píldoras, ya que su padre y hermanastro no se dignaron a enseñarle todo aquello relacionado a los "problemas femeninos", sólo le enseñaron a hacer las tareas y a obedecerlos sin rechistar.

En resumen, Emma no tuvo una bella infancia ya que su madre murió al ser pequeña y no pudo jugar con nadie, ya que Juan y Steb la tuvieron encerrada hasta que cumplió los 15.

Ella al recordar todo aquello se puso a llorar.
Recordó todos los golpes e insultos de parte de su padre y el constante acoso de su hermanastro por tomarla.

No sabe cómo pudo soportar todo aquello sin matarlos, escapar o el suicidarse.

Durante su corta edad supo que sufrió y soportó miles de humillaciones por parte de su familia, hasta que lo conoció a él: Ken.

Juró por años el escaparse de su familia y ahora lo haría de Zero...
Todo esto, para reencontrarse con Ken, ser libre al huir de todo o morir en el intento. Le daría otra oportunidad.

Emma.- Tiempo al tiempo y con paciencia se consigue todo Emma. _ Se murmuró a sí misma una y otra vez mientras se agarraba las rodillas y se balanceaba de adelante atrás hecha una bolita en el suelo. _ Sólo aguanta un poco más Emma. Sólo aguanta.

Él (2º Ella)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora