𝐀𝐫𝐜𝐡𝐢𝐯𝐨 𝟏𝟐-𝐁: 𝐄𝐥 𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐋𝐞𝐞 𝐊𝐧𝐨𝐰 ┋ HyunHo

🚧 Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ¹²

☃️𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍

Los ojos del mayor brillaban de una manera especial, una manera cómo nunca antes había visto, estaba feliz, demasiado. Era su primer navidad con el menor, su primer año nuevo con alguien.

Con alguien que lo quería de verdad.

Durante varios años había visto esta clase de fiestas insignificantes, no tenía con quien estar, ni siquiera le emocionaba.

Sin embargo aquí estaba, con su pequeño HyunJin, ambos sentados en la sala de su casa, pequeñas luces de navidad adornaban toda la casa, el arbolito estaba lleno de regalos al pie del mismo.

Lee veía toda la casa con cierto asombro, el lugar le parecia agradable.

—¡Hyung! –gritó emocionado HyunJin, tomó de la mano a MinHo y lo sacó rápidamente de las casa—. Mire, lanzarán lo fuegos artificiales.

MinHo veía completamente embobado al menor. Era precioso.

—¡Espero le guste! –caturreó feliz el menor—. Feliz navidad y año nuevo.

El mayor sonrió enternecido, se sentía feliz y sentía una comodidad enorme.
También tenía ganas de llorar, jamás había recibido algo como eso, algo tan pequeño pero tan significante.

—Gracias por estar conmigo, hyung.

—De nada –susurró el mayor mirando con lágrimas en los ojos aquel llavero que aún guardaba como el objeto más preciado, cómo si de un diamante se tratara.

Siempre guardó aquel llavero, lo llevaba consigo, pues aunque hubieran terminado su relación siempre serían el uno para el otro.

Era imposible olvidar al primer amor de su vida.

Sonrió contento, miro el cuerpo recostado en su cama, el menor dormía plácidamente.

Había prometido cuidarlo, y ésta vez lo haría.

Sintió su corazón doler cuando recordó lo de hace sólo unas horas atrás. Ahora corrían más peligro, si JungWoo se enteraba de eso algo muy malo podía pasar. Una persona cómo JungWoo podría resultar ser un hijo de puta, no confiaba en su trabajo y tampoco en él. JungWoo te atacaba por la espalda.

Y mataba a tus amigos también.

Efectivamente HyunJin corría mucho peligro.

“Aquella noche todo estaba frío, la nieve blanca caía por toda la ciudad y la casa de HyunJin estaba inundada de esta. Calentó su cuerpecito frente a la chimenea. Había pasado dos días sin ver a su mayor y comenzaba a extrañarlo.

Sobre la mesita de noche, estaban todos sus libros sobre la investigación que estaba realizando, a HyunJin le entraba una emoción increíble de saber que en un futuro podría ser un gran policía.

Ahora le gustaría más trabajar para inteligencia, cualquier puesto que le dieran desde el inicio estaba bien por él, aunque aún le faltaban muchos años de práctica.

Bostezó dispuesto a irse a dormir, comenzó a recojer todos sus libros y cuadernos, estaba algo cansado y quería dormir bien aquella noche. Sin embargo, antes de hacer cualquier otra cosa, el timbré de su casa sonó.

Confundido caminó rápidamente hasta la puerta de su casa, abrió esta encontrándose con un MinHo completamente golpeado.

—¡MinHo! —dio un pequeño gritito cuando lo vio, su labio traía sangre, su pómulo derecho estaba morado y también había una herida abierta, su cuello estaba lastimado, cómo si hubieran usado una soga para ahorcarlo.

Tomó a MinHo entre sus brazos ayudándolo a adentrarse en su casa. Escuchó los gemidos de dolor del mayor y lo ayudó a sentarse en el sofá.

—MinHo hyung, ¿quien le hizo ésto? —preguntó preocupado mientras abría el pequeño cajón que tenía la mesita del centro.

—Ugh, no creo que quieras saberlo —dijo sonriendo débilmente.

—Hyung, eres tonto —regañó HyunJin mientras colocaba un poco de alcohol en un algodón—. Ésto dolerá un poquito.

MinHo no se quejó, al menos no tanto, sus manos se aferraron a la cintura del menor quien pocos segundos después se acomodó en su regazo para poder curarlo mejor.

—No debes meterte en problemas, bobito —se quejó el menor mientras terminaba de limpiar su ceja—. ¡Listo! Cómo nuevo.

MinHo lanzó una risita mientras veía el rostro de HyunJin frente a él, aún con el agarré en su cadera, lo apretó mucho más a él para tenerlo más cerca.

—Gracias pequeño —sonrió besando su cuello.

—M-MinHo...

—Shhh, guarda silencio corazón —murmuró mientras dejaba más besos por todo su cuello.

—Hyung no. Está lastimado —dijo el menor mientras detenía sus besos alejándose solo un poco.

—Esto no es nada —dijo de nuevo—. Sólo, déjame tocarte.

Demandó antes de acercarse a devorar los labios del menor, dándose un beso llenó de placer y de necesidad, con ganas de desvelarse esa fría noche.”