𝐀𝐫𝐜𝐡𝐢𝐯𝐨 𝟏𝟐-𝐁: 𝐄𝐥 𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐋𝐞𝐞 𝐊𝐧𝐨𝐰 ┋ HyunHo

🚧 Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ⁴

Sus ojos se posaron de nuevo en aquella carpeta, unas fuertes ganas de salir corriendo y votar aquel pedazo de papel se apoderaron de él, pero no lo hizo. Tenía curiosidad de saber que era lo que MinHo hizo alguna vez cuando estaban juntos.

Suspiró cansado, azotó la carpeta en la mesa de metal y pasó sus pequeñas y marcadas manos por sus ojos, estaba frustrado, cansado, y sobre todo lastimado.
Quería -por alguna extraña razón- volver a verlo para poder preguntarle el por que de todo eso. Por que le había ocultado tantas cosas.

Ahora tenían un poco de sentido aquellas palabras que anteriormente le había dicho.
Suspiró cansado y abrió de una vez aquélla carpeta.

Lo primero que vio fue fotos poco reconocidas de MinHo, en algunas su rostro no se alcanzaba a ver.
Fue a su expediente y lo leyó con la mirada.

Lee Know. Terrorista (2012)
Grandes fuentes nos confirma ser traficante de armas y drogas.

(2013)
Fue atrapado durante la trata de blancas, asesinatos hacia personajes importantes.

(2014)
Acusado de robar bancos con suma seguridad, explotar edificios para la recreación de nuevos para crear armas de combate.

(2015)
Buscado en Rusia por matar a la hija del agente municipal. Vender drogas a extranjeros y por radicar el crecimiento de empresas de los "Z"

(2016)
Acusado de subir vídeos no aceptables para todo el público, una multa por parte de la "DeepWeb" por advertencia de sus vídeos no admitidos.

(2017)
Buscado por dejar libre al psicópata "SpearB" quien estaba en términos de revisión, reclutando así a dos personas más para ser parte de su equipo.

HyunJin rió secamente, sus ojos estaban cristalizados y quería llorar, pero no lo haría, jamás pensó que MinHo llegara a ser este criminal, ahora entendía su indiferencia en algunas ocasiones.

Azotó sus manos en la mesa y de pura furia tiro todo lo del escritorio, papeles y lapiceros salieron volando por la furia de HyunJin.
El menor estaba enojado, sus mejillas se pusieron rojas del enojo y tenía su mandíbula tensa, se dejó caer en la silla giratoria y recargo su espalda en esta.
¿Por qué esto le pasaba a él? No recuerda haber hecho algo malo como para que Dios lo esté castigando de así.

Y pensar que él tenía esperanzas de volver con MinHo, para que la vida les diera una oportunidad más.
Lamentablemente ya no lo hará.

Las oportunidades no son para siempre, eso HyunJin lo entendió cuando supo que MinHo no sería para él nunca más.

De repente, pequeños recuerdos de MinHo y él juntos llegaron a su mente, recordando cuando lo conoció por primera vez, cuando pudo apreciar aquella bella y delicada sonrisa que emanaba de su rostro, MinHo no acostumbraba a soltar carcajadas, eso HyunJin lo entendió, pero al menos a su lado MinHo sonrió cómo nunca lo había hecho.
Recordó cuando MinHo le había hecho un regalo, le había cocinado unos cupcakes de fresa y vainilla para su cumpleaños, ese día se había entregado a él siendo una pareja oficial, y sí. HyunJin puede afirmar que MinHo es todo un experto en la cama.

Porque a HyunJin le hizo perder la cabeza las cuatro veces que lo hicieron, contando la de la primera vez que se vieron.
Y aún que HyunJin era tímido, cuando estaba con MinHo no lo era.

El menor rió al recordar todo lo que había hecho alguna vez con MinHo, se preguntaba si al menos MinHo lo extrañaba o si alguna vez lo extrañó.

Y definitivamente sí, porque para MinHo no había persona mas real que HyunJin, porque durante mucho tiempo estuvo lamentándose por haber desechado del menor de su vida, porque se dio cuenta que estando con HyunJin no tiene porque preocuparse de sus problemas, porque estando con HyunJin él no era Lee Know, era MinHo.

Tal vez era mejor quedarse con el menor y nunca haberse alejado, pero todo pasa por una razón.
Y aún que ninguno de los dos sabía porque razón era esa, tenían muy leves esperanzas.

Cuando el reloj marcó las 11:30 de la noche, ChangBin comenzó a gritar cómo un loco, saltó de un brinco al sofá y comenzó a bailar algún tipo de danza china antigua, riendo y restregándole en la cara Christopher que él había ganado en Call of duty.
MinHo pegó un salto en su sillón cuando escucho el escándalo de ChangBin, agarró un cojín y con este mismo le pegó en el rostro a su compañero.

—Agh, MinHo hyung —chilló ChangBin mientras sobaba su nariz—. ¿Por qué tiene que ser tan violento?

MinHo gruñó y se volvió a acomodar en el sillón, Christopher sólo rió un poco y abrazó al menor por los hombros.

—Tranquilo Binnie, me ganaste.

—¡Sí! Yo gané, yo le gané a Channie —dijo ChangBin chillando de nuevo y abrazando al mayor por el cuello.
Christopher correspondió el abrazo riendo.

ChangBin era una persona diferente, Christopher y MinHo lo supieron poco después de conocerlo, ChangBin podía ser una persona muy adorable y un gran hijo de puta a la vez.

—No sé si ustedes no tienen sueño —gruñó MinHo y se paró de aquel gran sofá.

—No.

—Yo sí iré a dormir, mañana tenemos algo muy importante que hacer —dijo MinHo mientras caminaba hacia su habitación.

—¡¿Iremos por mi zorrito?! —gritó ChangBin emocionado.

—Por tu zorrito y por el Agente Hwang —Afirmó MinHo mientras se encerraba en aquella oscura habitación.
Escuchó como ChangBin empezó a gritar y a brincar de alegría mientras Christopher lo tranquilizaba.

Christopher sabía que algo malo iba a pasar, cualquier cosa que saliera de la cabeza de MinHo no era buena.

Mientras tanto MinHo en su cuarto sólo se dedicó a salir por la ventana de éste y escabullirse por los grandes árboles del lugar abandonado.
Caminó al rededor de unos treinta minutos mientras pasaba por ramas y tierra, cruzó toda la línea de árboles y llegó al otro lado del lugar.

Metió una mano al bolsillo de su chaqueta y sacó un papel doblado, camino por los callejones cercanos a la casa de color verde bajo.
Cuando divisó el gran roble a muy pocos pasos supo que ya estaba cerca de su objetivo.

Sus ojos picaron y sonrió recordando viejos tiempos en aquel lugar, cómo cuando escaló por las ramas que estaba a un costado de aquella ventana para llegar a HyunJin y darle el beso más cursi al estilo de Romeo y Julieta.

O cómo cuando ambos se sentaron en una de las grandes ramas del roble para apreciar la luna mientras juraban amarse.

Su nariz picó y se rascó con su dedo, se acercó rápidamente y cómo hace mucho tiempo lo había hecho, subió por aquel lugar hasta llegar a la ventana, dejó aquel papel ahí y de un salto cayó hasta el suave césped.
Comenzó a caminar rápidamente una vez que vio cómo la luz de aquella habitación se prendía.
Corrió hasta escabullirse entre los matorrales.

Donde te conocí se encuentran tus respuestas, ¿quieres terminar con tus dudas? Entonces ve y lleva a tu amigo el zorrito contigo, y si le dices a alguien, me encargaré de que SpearB degolle a Yang poco a poco.