NPC!Terraria x Player!Reader -·- Viví tu historia~

El Pirata

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Un día como cualquiera, en el que estabas tranquilamente recogiendo un poco de madera, notaste que de momentos unas extrañas nubes aparecían en el cielo, pensaste que tal vez podrían ser nuevas islas flotantes. Igualmente esas nubes daban media vuelta y se alejaban, no le diste mucha importancia, después de tanto tiempo viviendo en ese mundo ya nada te resultaba raro. Decidiste ir a investigarlas más tarde, luego de conseguir unos cuántos materiales básicos de todos los días.

Para ese entonces ya no las lograbas divisar en el cielo, de pronto el espacio sobre tu cabeza se oscureció, miraste hacia arriba y allí la viste, una de esas extrañas nubes de antes, acercándose, bajando del cielo. Cuando estaba lo suficientemente cerca te diste cuenta de lo que en realidad era, no una nube, no una isla flotante, sino una niebla espesa que cubría un barco volador, y por su particular bandera negra con una calavera supiste que era un barco volador pirata.

Sentiste de inmediato un escalofríos y corriste a buscar tus armas y prepararte para la lucha, ya que algo tan grande no podía ser nada bueno, y estabas en lo cierto. Pero antes de que pudieras llegar a tocar la puerta de la casa, un lazo hecho de soga te envolvió y atrapó, inmovilizando tus brazos y haciendo que tropieces y caigas. La soga venía desde el barco, el cual comenzó a moverse, arrastrando contigo y elevándote por los aires, la caída no te preocupaba ya que tenías tus alas puestas, pero el lazo era tan apretado que ni siquiera podías llegar a tocar tu espejo mágico y así volver a casa.

Comenzaron a subirte, y una vez en cubierta notaste que eran, cómo no, piratas de todo tipo, sin faltar un capitán, con una gran barba rojiza, traje y sombrero negros y su loro en el hombro, quien se acercaba hacia ti mientras los demás te dejaban atad@ a un mástil.

???: Aarrrr, mirad el botín que ha traído la mar!! -acercó su sucia y barbuda cara a pocos centímetros tuyos mientras te analizaba de arriba abajo.

(T/N): Ugh, apestas, aléjate un poco!!!... Y mejor libérame así puedo darles su maldito merecido!!!

???: Ha!!! Silencio canalla!!! En este barco el único que mando soy yo, el impetuoso Capitán Barbarroja!!! Arrrr!!!! Si os atrevéis a levantarme la voz una vez más no responderé ante vuestra piedad! -gritó roncamente mientras escupía sobre tu cara al hablar.

(T/N): Aahhg que asco!! Libérenme, maldición!! Ya verán, los haré polvo!

El capitán, hartado de tus gritos y pataleos, ordenó que te amordazaran y te quitaran todas las cosas que traías contigo, extrañamente no te quitaron las alas, tal vez eran tan tontos que pensaban que éstas eran reales, aunque poco te servían estando aún atad@. Sin más que poder hacer, por el momento te pusiste a observar la situación, todos los piratas haciendo distintas tareas, limpiando, cantando, bebiendo, desatando las velas, mientras en la proa el capitán manejaba el timón, te preguntabas cómo podían conducir un barco por los aires, pero mientras más lo pensabas, menos lógica tenía.

Los primeros días, cuando te quitaban la mordaza para alimentarte, eras bastante insistente con tus insultos y pataleos, pero al cabo de unos cuántos meses te fuiste acostumbrando a esa rutina. Tu conducta era más sumisa pero no perdiste la esperanza, ya que a la mínima oportunidad no dudarías en huír de ese oloroso lugar.

Un día como tantos otros comenzó una tormenta, todos se pusieron a resguardo dejándote amarrad@ como siempre, pero esta vez el capitán mismo fue hacia ti, liberándote por primera vez en mucho tiempo, no sin antes amarrar una cuerda a tu cuello, por si te salías volando con tus alas. Podrías haber huído pero no tenías ninguna de tus cosas y no ibas a arriesgarte a una pelea mano a mano sin armadura, además que te ganaba también el cansancio mental, así que de momento lo seguiste, o más bien él tiraba de la cuerda, arrastrándote consigo a uno de los camarotes.