NPC!Terraria x Player!Reader -·- Viví tu historia~

El Mercader de Tintes

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Un día común como cualquiera, en el que seguías descubriendo el mundo en el que te hallabas, haciendo lo usual, o sea recoger ítems, notaste una extraña planta violeta que no estaba allí antes. Sin pensarlo la tomaste y seguiste con tu exploración.

Más tarde regresaste a la casa a pie y notaste en la puerta que alguien nuevo estaba esperando fuera, un sujeto de tez morena y ojos verdes con hermosas túnicas coloridas que hacían juego con el turbante en su cabeza, y algunos rubíes adornando las prendas.

(T/N): Hola! No te había visto por aquí antes, soy (T/N) ¿Necesitas algo?

???: Un gusto mi estimad@, yo soy Akbar, un simple Mercader de Tintes, y sí, sí necesito algo, tienes una planta extraña contigo, cierto?

(T/N): Sí, pero... Cómo lo sabes? Apenas si nos acabamos de conocer...

Akbar: Es que lo vi en una de mis visiones, ahora por favor la planta -extendió su mano esperando el objeto.

Sin entender del todo la situación le diste la dichosa planta y él a cambio te entregó tres frascos con una sustancia reluciente dentro. Te explicó que con eso podrías teñir tus prendas, que dicho sea de paso, daban pena de ver, según sus propias palabras. Frunciste el seño por su innecesario comentario pero te intrigaba lo de los tintes, así que al instante los usaste en tu armadura, quedando ésta de un anaranjado cobrizo, el cual te traía algunos malos recuerdos.

(T/N): Oye, como que este color no me va... no me lo cambias por otro?

Akbar: Estás loc@? Sabes lo mucho que me cuesta crearlos? Te daré otro diferente sólo si me traes otra de esas plantas exóticas. ¿Trato?

Giraste los ojos resoplando, parece que no tenías otra opción así que aceptaste su trato. De primeras te pareció simpático aunque de momentos un poco pretencioso, más bien demasiado confiado ya que se adueñó al instante de uno de los cuartos de la casa, que al cabo de unas horas parecía más una colorida tienda que otra cosa.

No tardaste mucho tiempo en notar que este nuevo integrante era bastante excéntrico y quejumbroso, no paraba de decir cuánto le disgustaba vivir en el bosque, de quejarse a cada rato de tus gustos de vestir, de criticar incluso la ropa de los demás, que la lluvia le desteñiría las túnicas, que dónde están sus plantas raras, etc. Y así miles y miles de quejas más, hasta que un día te cansaste y le pediste amablemente que se largue. Akbar así lo hizo, puso sus cosas en un saco que colgó al hombro y caminando lo viste desaparecer a lo lejos.

Creíste que volverías a tener un poco de paz pero no fue así, ahora quienes se quejaban eran Darius, Trixie y el Pintor, quienes habían tomado a Akbar como un amigo ya, te confrontaron para que lo trajeras de vuelta.

Trixie: ¿Qué pasó? ¿Por qué lo hiciste? Él no hizo nada malo!! Ahora ya no tendré quien me ayude a colorear mis piñatas!!! -asomando pequeñas lágrimas en sus ojitos.

Darius: Ese tipo era bueno con los negocios, sabes? Nos cambiábamos consejos a diario, ahora gracias a TI y tu egoísmo voy a ser un comerciante mediocre...

Luigi*: Los colores... Se han ido... Akbar, mi amigo... ¿Qué será de mi ahora? ¿con quién despreciaré el aburrido bosque de noche? ¿con quién hablaré sobre el tono cyan negativo, o el rojo plateado, o el verde ácido? -se abrazó con Trixie acompañándola en su silencioso llanto.

Darius: Tal vez para tí era molesto pero para nosotros no, yo tengo que convivir a diario con el idiota del Demoledor y sus malditas explosiones, y no por eso lo mando a mudar. Ese Akbar vale platino así que más te vale traerlo de regreso (T/N), o él vuelve o nos largamos de aquí.