«Nueva corte real»La ventaja de dormir con Elias era, por supuesto, despertar con Elias.
Así que después de una sesión mañanera en la que también decidimos incluir la ducha, él y yo nos separamos más temprano de lo que me hubiera gustado porque ese día tenía entrenamiento con Ayla y mis hermanos.
Desayunamos los cuatro juntos y después nos perdimos un largo rato en el salón de entrenamiento, al menos hasta que mamá interrumpió la sesión para hablar conmigo sobre anoche. No la parte referente a Elias, sino a Caelum. Noté que se relajó cuando le conté que la noche pasada no hubo sueños, pesadillas, ni plumas misteriosas. No estaba muy segura de si era porque Elias me había dejado noqueada o el escudo realmente funcionó, pero no mencioné nada al respecto.
Ella pareció convencida de que el escudo hizo la diferencia, así que me prometió que esa noche ella se encargaría para que papá pudiera descansar su magia.
—También quería decirte que hablamos con tus hermanos sobre el tema —avisó— así que ellos están al tanto de lo que está sucediendo.
—Está bien, de todas formas yo iba a contarles —admití.
—Me alegra que no los dejes fuera de esto. Sabes que puedes apoyarte en ellos tanto como lo necesites.
—Lo sé, mamá.
Para mi buena suerte la semana transcurrió igual de tranquila. Incluso los días que Elias no se quedó conmigo y dormí sola, no hubo más sueños extraños referentes a Caelum, así que llegamos a la conclusión de que los escudos sí estaban funcionando.
No estaba segura de si esa era una solución que podríamos mantener a largo plazo, pero por el momento nos estábamos rotando entre los cinco para que la magia de nadie se agotara. Tal vez, más adelante, encontráramos la forma de hacerlo permanente. En la biblioteca debía existir algún hechizo que nos funcionara, solo nos hacía falta tiempo para buscarlo.
Con Caelum fuera de mi camino —al menos por el momento— me concentré en la segunda decisión que también me quitaba el sueño: la respuesta que le debía a Noah. Ya solo faltaban dos días para la coronación de mi hermano y a pesar de que él no me había presionado en absoluto, ya era hora de que yo le comunicara mi decisión.
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Féryco 2. Estrella Rey.
Fantasía«Algo suave rozó mi cabeza y alcé mi cara para averiguar de qué se trataba. Solo cuando vi las decenas de plumas de oro cayendo del cielo como una lluvia dorada, comprendí que estaba soñando. Y no solo eso, de nuevo estaba soñando con él» Estrella R...