Capítulo 4

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                                                                                                                                     ~Mis tormentos y el café.

Aleck:

«Tienes que morir unas cuantas veces antes de que realmente puedas vivir»

Cierro el libro de Bukowski y lo coloco en la mesa, apago la luz y me recuesto en la cama mirando por los ventanales inmensos que se extienden en mi habitación, me encanta sentir como las pequeñas ráfagas de luz de la luna invaden mi cama mientras el sueño va tomando posesión de mí. Quedo totalmente dormido, sumergido en las profundidades del sueño, joder, entre tanta mierda del día, mi cuerpo se desploma en las suaves sábanas blancas de algodón.

Al instante siento la presencia de una mujer que llega hasta mí; nunca antes he tenido en mis sueños esta horrible sensación. No logro ver su cara, estoy tumbado en cama, ni siquiera puedo moverme y viene hacia mí, extiende una mano y me pide ayuda. En tanto me quedo paralizado, ¡qué coños! Me sigue pidiendo ayuda, pero ¿qué coños me pasa? No puedo controlarme, ella está agarrando mis piernas, joder, siento que me arrastra hacia un vacío junto con miles de mujeres sin rostros. Es el puto infierno y creo que merecido avance me está dando.

Mi cuerpo cae, puedo sentir mi alma desplomarse. Despierto de un salto a plena madrugada, estoy sudando como una jodida bestia, mi camiseta está pegada a mi abdomen frío y contraído, mi respiración agitada, me siento en la orilla de la cama, paso mis manos por mi cabello alborotado, suspiro y trato de controlar mis putos nervios que se han disparado, joder, salgo de mi habitación a por un poco de agua y aire, la luces apagadas en la casa Pierce da un aspecto siniestro, camino descalzo y mi respiración se va controlando poco a poco, giro mi cabeza mientras paso mi mano por la parte posterior de mi cuello, creo que tantas horas de estudio y trabajo están pasándome factura.

Tomo un vaso con agua, miro el reloj, joder, la noche está en su cima y no tengo una pizca de sueño, me recuesto del ventanal de cristal de la cocina y miro los árboles frondosos que cubren los alrededores de la casa, una inmensa oscuridad se tensa entre ellos, suspiro, la tranquilidad y suavidad de la noche me hace relajarme sujeto el vaso y meto mi otra mano en el bolsillo de mi pijamas, octubre está acabando, mañana será el primer día de noviembre y el frío comienza a dar sus primeras giras en el clima.

¡Vaya noche!

Amanezco sentado en mi escritorio luego de una noche de insomnio, mi cabeza parece colapsar, mi alarma suena y las campanas de esta maldita casa, puedo captar el taconeo de las sirvientes y criados en toda la casa, suspiro y me levanto, me dirijo a por una ducha para prepararme para el nuevo día, joder, es tan temprano, la neblina que invade las afueras no me permite a penas ver algo por las ventanas de mi cuarto y el día tan frío como el mismo demonio. Salgo de la ducha envuelto en la toalla pasando mi mano por el pelo mojado, me miro en el espejo, un minuto de tranquilidad, parece casi imposible, hasta que los golpes en la puerta me hacen volver a la rutina.

— ¿Qué queréis? —Inquiero quitando la toalla de mi cuerpo.

—Traigo su desayuno Sr. Aleck —Responde una voz no conocida, parece ser una nueva criada.

—Dejadlo en el escritorio —Digo, por lo que siento la puerta abrirse y entran dos criadas, con sus miradas fijas en el suelo mientras me abrocho el pantalón frente al espejo y ellas colocan el desayuno en el escritorio.

— ¿Desea algo más Sr. Aleck? —Inquiere una de ellas, a lo que clavo mi mirada en el espejo arqueando una ceja.

—Podéis iros —Respondo fríamente, su voz me irrita, puta gente pobre de mierda. Tomo la taza de café, siento como la cafeína va invadiendo mi placer, joder, nada mejor que un café caliente para el frío de mierda que esta puesto en Madrid hoy. Termino de prepararme, tomo todas mis cosas y me dispongo a salir de casa. Puedo sentir a los Sres. Pierce platicar a los lejos mientras Debussy suena tranquilamente en toda la casa.

"Entre el Orgullo y el Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora