- No lo entiendo, ¿Por qué están regresando del refugió? ¿Qué está pasando? – pregunte atemorizada de la respuesta que podrían darnos
- Nosotros también tuvimos ese desconcierto al llegar y ver que no se permitían el acceso de más personas que no fueran seleccionadas o que estuvieran dentro, por el virus.
- Que virus?
- No sabemos a ciencia cierta pero lo que nos dijeron los soldados fue que algunas personas comenzaron a tener comportamientos extraños luego de que fueran rescatadas, como alucinaciones, votaban espuma por la boca y trataban de agredir a los demás. Poco se sabe de donde proviene pero hasta que no se hagan las pruebas necesarias y eso podría demoran bastante, ahora con lo que pasa, no van a dejar entrar a nadie más.
- Como está pasando esto también, rayos.- Daniela estaba entrando en stock, por todo esto y realmente yo también iba para lo mismo.
- Debemos seguir adelante- dije – tenemos que encontrar a los demás.
Todos estaban de acuerdo, así que seguiríamos adelante también le contamos todo lo que habíamos pasado a las personas para que buscaran otro camino por donde seguir, se colocaron muy nerviosas tras la noticia, pero se encaminaron en otro rumbo.
- ¿Ustedes creen que esto pueda empeorar? Pregunto Daniela
- Si te refieres a que este mundo se volvió un infierno viviente, no lo sé.
- Pero aun así tenemos que encontrar a nuestras familias, y conseguir un lugar más seguro para sobrevivir a todo esto. – dije pensando en las posibilidades de volver de nuevo a casa cuando nos reuniéramos todos.
- Tienes razón, al menos los aulladores no han aparecido por estos lados, y ese es un gran avance.
Caminamos, hasta que nos dolieran los pies, pero no paramos, aun cuando vimos a otro grupo buscando rumbos más seguros, desde luego le contamos todo, como al anterior y les dimos las coordenadas hacia donde se dirigía el otro, preguntamos si quedaban aun personas fuera del refugió, y nos dijeron que "muchos", dormimos un par de horas antes de continuar y avanzamos hasta divisar a el "refugió"
Era en verdad grande con un muro enorme, con soldados vigilando desde arriba de el, vimos a muchas personas esperando por auxilio, pero lamentablemente no eran atendidos y los que intentaban entrar eran controlados con la fuerza, todo parecía un sueño de pesadilla, eso si habia un punto donde les daban una mochila a cada uno con algunos elementos de supervivencia, pero solo a los que decidían retirarse como las personas que vimos antes.
Decidimos avanzar y tratar de encontrar a nuestras familias, pero nada cada uno de ellos estaba en su mundo, buscamos por todos los que estaban allí, y nada no encontramos información, y más buses volvían sin personas dentro, solo médicos protegidos con máscaras podían entrar. Hasta que Daniela nos dijo:
- Ustedes lo ven? Miren allí esta Mario
- No puede ser si es el con las mismas gafas de nerd – dijo luke, corriendo a encontrarse con él.
Nosotras también fuimos a su encuentro y lo abrazamos hacia tanto tiempo que no lo veíamos, estaba más delgado como todos, se encontraba solo:
- Y tu tía, ¿Qué paso con ella?
- Nos separamos cuando esto se volvió un caos, he estado aquí esperando por entrar, pero con la amenaza del virus ha resultado imposible, ella, no sé si está aquí o no, hay otros refugios más allá, y la estoy buscando hace días, ustedes saben por la edad se habia embarcado en el de adultos y yo con los niños, pero no nos dejaron pasar luego, y no he visto el bus donde se subió.
Fuimos a un lugar apartado, lejos de la bulla que se daba allí, le contamos todo por lo que habíamos pasado, pero él no sabía nada de los aulladores, y nos imaginamos de que algunos tampoco.
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Desierto y Niebla: El Comienzo
Science FictionUn Mundo azolado por la naturaleza humana llevado a la casi destrucción. Gelia, una de las pocas sobrevivientes a las Ráfagas de calor, y a una niebla extraña junto con otros amigos , emprenden un viaje por una tierra desierta y habitada por criat...