Era demasiado inquietante que ninguna de las personas que estaban allí, supieran de los aulladores, y más aún salieran sin enterarse. Decidimos informarle a uno de seguridad pero no nos creyó, y una agitada Daniela no se pudo quedar con los brazos cruzados.
- Escuchen todos, no se vallan de aquí, hay monstruos por los alrededores que matan personas, nosotros los hemos visto y por casi no salimos vivos.- gritaba Daniela subiéndose a un banquito.
Pero casi nadie le prestó atención, todos tenían su equipaje preparado pasa salir de allí, uno que otro nos preguntaba sobre lo que estaba diciendo Daniela, y algunos decidieron quedarse por si las dudas cerca de aquí.
- Ya bájate de allí, ¿no ves que esta gente ya está pasando por mucho y no tienen cabeza para imaginar más allá, de un lugar tranquilo donde resguardarse? – le decía Mario
- Pero ¿no vez lo que les paso a las personas de los pueblos?- comenzaba otra vez Daniela a hablar en voz alta llamando la atención de quienes pasaban por allí – fueron asesinados por esos monstruos, y encerrados por los bandoleros, no quiero que esto vuelva a ocurrir.
- ¿Qué bandoleros? – pregunto uno que pasaba por allí - ¿de qué están hablando? ¿no será qué? ¿están tratando de decir que hay rateros en los caminos?
- Si, y muchos robando las pertenencias en los alrededores- hablo Luke – si se van es posible que los dejen sin nada.
- Escucharon todos, debemos proteger nuestras pertenencias.
- Pero de que nos sirve luchar, cuando no tenemos un lugar donde escondernos después.
- Sí, hay lugares en los pueblos cercanos de aquí y allí les dijimos a los demás grupos que se refugiaran, - dije, tratando de al menos alertarlos y que fuesen preparados, ya que estaban decididos a marcharse- más sin embargo podemos unirnos y pedirle ayuda a los del refugio.
- No, eso no es bueno, ya peleamos mucho por estos días, con ellos pero siguen sin escucharnos, por miedo a propagarle el virus a los demás de adentro.
- Es verdad y miren en lo que resulto la última vez, - nos enseñaron un lugar al que no habíamos prestado mucha atención cuando llegamos – muchos fueron asesinados por conductas agresivas derivadas del virus, ¿no queremos repetir lo mismo cierto?
Sin más se encaminaron por los alrededores en busca de los pueblos que les hablamos, pero otros decidieron como nosotros esperar alrededor, por si había alguna posibilidad de ingresar al refugio. Pero los días se volvían demasiados rudos para permanecer en esas condiciones, cada día según lo que nosotros alcanzábamos a diferenciar gracias a un reloj de mano que llevaba Mario, preguntábamos a los guardias tocando la única puerta que se encontraba casi invisible por todo ese fuerte, pero regresábamos desilusionados por la misma información gastada "no podemos decir cuándo se va a volver abrir la entrada, lo mejor es que sigan el ejemplo de los demás y se vallan" y ya estábamos por empezar a examinar esa idea.
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Desierto y Niebla: El Comienzo
Ciencia FicciónUn Mundo azolado por la naturaleza humana llevado a la casi destrucción. Gelia, una de las pocas sobrevivientes a las Ráfagas de calor, y a una niebla extraña junto con otros amigos , emprenden un viaje por una tierra desierta y habitada por criat...